México aparece entre los primeros lugares de empuje industrial y de comercio exterior. En el Reporte más reciente del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que analiza a 141 economías del mundo, señala que por el tamaño de su economía, México aparece como el número 14 del mundo; el 11 con los mercados más extensos; uno de los países con mayor disposición crediticia; el lugar 22 con mayor conectividad; el país 27 con mayor conexión y apertura comercial con el mundo; así como entre los 40 países con mayor estabilidad macroeconómica.
Sin embargo, los indicadores de desempeño institucional y estabilidad social están muy rezagados: nuestro país ocupa el penúltimo lugar (140) en materia de prevalencia del crimen organizado; lugar 138 en inseguridad; 139 en confiabilidad de los servicios policiales; 129 en homicidios (solo cinco países tienen más homicidios que México y solo 11 lo superan en tasa percápita); 118 de 141 en libertad de prensa; 112 en incidencia de corrupción.En eficiencia del sistema legal en la solución de controversias México ocupa el lugar 112 entre los 141 países. Con estos bajos niveles de Estado de derecho es de esperarse que haya baja confianza, lo que se constata con bajo capital social (lugar 121).
Otra forma de distribuir riqueza es a través del respeto al mérito, la tecnología, la competencias desarrolladas por la educación, entre otros. En estos indicadores tenemos que en las habilidades requeridas para la economía moderna, como el pensamiento crítico, se ocupa la posición 102; y los años promedio de estudio están varados en 14.3, ocupando la posición 68 (media tabla, lejos de los países más competitivos) .
En impartición de justicia, México presenta mejores indicadores que la mayoría de los países de Latinoamérica (solo nos supera Chile). En la duración de los procesos mercantiles, México presenta el indicador de 280 días, mientras que la media Latinoamericana es de 774 días (Colombia 1,288 y Brasil 801 días). El mejor indicador mundial es Singapur con 120 dias. En cuanto a los costos de resolver una controversia en México representan 26% de los disputado en el litigio (en la Ciudad de México 33%, en Jalisco 25%); en tanto que Latinoamérica el promedio es de 32% (En Colombia 45%), en los países de la OCDE 21% (datos del Banco Mundial, 2020).
En nuestro país deben tomarse medidas apremiantes y adoptar buenas prácticas en los diversos ámbitos de la seguridad, combate a la corrupción, mejora regulatoria y la efectividad del sistema de justicia. Las buenas prácticas deberán buscarse, como se está implementando en Jalisco en transparentar los procesos, el desarrollo tecnológico de la judicatura, promover y desarrollar el potencial de la justicia alternativa, que permita la reducción de la duración de las controversias (hasta menos de 180 días y 30 días por mediación) y la reducción de costos (reducciones de hasta 80% en la justicia alternativa). Seguir creciendo sin justicia y equidad no puede llamarse desarrollo. Cuando las instituciones y la paz no acompañan al buen desempeño económico, se verifica lo que Jon Elster ha denominado “la justicia según San Mateo”, la polarización: “Al que tiene, se le dará más; en tanto que al que tiene poco se le quitará incluso eso poco que tiene”.
Guillermo Raúl Zepeda Lecuona