El domingo por la noche San Francisco 49ers y Dallas Cowboys se enfrentarán en el mejor duelo de la quinta jornada, en el primer episodio de una batalla que pudiera repetirse en postemporada, si consideramos lo que han mostrado hasta el momento estas dos franquicias.
Después de cuatro jornadas, tanto San Francisco como Dallas se han visto muy sólidos, los primeros son uno de los dos únicos equipos que no conocen la derrota y los de la “estrella solitaria” mantienen una férrea pelea en su división con los Philadelphia Eagles, precisamente el otro invicto.
Tanto en el papel, como en el terreno de juego, los San Francisco 49ers son el equipo más completo y mejor entrenado en este momento de la liga, poseen una defensiva que ofende más que defender, encabezada por Nick Bosa y compañía.
El quarterback Brock Purdy semana a semana deja constancia que lo logrado en 2022 no fue obra de la casualidad y que es un pasador de largo plazo para los de la bahía; a pesar de ser muy joven, es un jugador con mucha frialdad y madurez en el emparrillado, en este 2023 basta señalar que tiene 5 pases de anotación y no lo han interceptado, además de que completa el 72 por ciento de sus pases para un rating de 115.1 puntos.
Después de su lesión Purdy sabe que los 49ers llegarán tan lejos como él esté de salud, por ello no fuerza, ni alarga jugadas más allá de lo necesario.
El sistema de juego ofensivo está muy bien diseñado por el entrenador Kyle Shanahan, quien adecuó su ofensiva de acuerdo a las habilidades y virtudes de sus jugadores, con pases cortos, muy seguros, donde le dan oportunidad al receptor de romper la primer tackleada y escaparse para jugadas de gran yardaje.
Por mucho Christian McCaffrey es el running back más versátil de la liga, es tan bueno para correr el balón como para recibir yardas. Su estilo de juego se basa en la capacidad tan alta que tiene de explotar la línea de golpeo y si encuentra campo abierto es una jugada garantizada de primer down o touchdown; como receptor en la zona de flat es muy elusivo y prácticamente muy difícil de detener en campo abierto, ya que su centro de rotación es bajo y tiene mucha potencia en las piernas.
Los receptores de San Francisco son de lo mejor en la liga, tanto Deebo Samuel, como Brandon Aiuyk son letales en trayectorias largas por las laterales, mientras que por el centro del campo el ala cerrada George Kittle es una garantía en zona de linebackers.
Kyle Shanahan ha podido balancear un buen ataque con una defensiva y puede presumir un equipo con talento de dinastía, algo prácticamente imposible en tiempos de agencia libre.
La gerencia de los “Niners” con John Lynch, quien fuera profundo estelar con los Tampa Bay Buccaners, ha hecho un gran trabajo, se nota que cuando alguien le sabe al juego y deja que los demás hagan su trabajo se puede tener éxito en la NFL.
Analizar solamente las estadísticas puede ser engañoso, ya que hay hombres que aportan mucho más de lo que dicen sus números y si bien su estadísticas no son las mejores, es porque los equipos y entrenadores contrarios diseñan el juego en base a ellos, les mandan dos y hasta tres jugadores para cubrirlos, además de que la mayoría de las jugadas ofensivas son del lado contrario a donde ellos se encuentran, tal es el caso de Nick Bossa, quizá el mejor defensive end de toda la NFL.
Los apoyadores de San Francisco son sensacionales, Fred Warner y Dree Greenlaw tienen calibre All Pro y son un auténtica muralla para contener la carrera y el pase, donde por cierto reciben gran ayuda de un perímetro bastante respetable con Talanoa Hufanga como líder para interceptar, Mención especial merece Charvarius Ward e Isaiah Lenoir, quienes poseen velocidad endemoniada para la cobertura hombre a hombre.
Para contener el ataque terrestre el back defensivo Deommodore Lenoir ha sido una grata revelación y el egresado de Oregon es el líder del equipo con 30 tackleadas.
San Francisco está jugando tan bien que hasta su novato kicker Jake Moody esta jugando implacable, ha acertado los nueve goles de campo que ha intentado, incluyendo uno de 57 yardas y puede definir el partido en caso de ser necesario, llegará el partido en donde el resultado dependa de su pierna, pero hasta el momento se ha visto muy bien.
Dallas por su parte también ha jugado muy buen football después de cuatro jornadas, su defensiva no le pide nada a la de San Francisco, incluso en varios departamentos como en la de puntos permitidos a los rivales y diferencia de balones sueltos son la mejor de toda la NFL.
Si bien 49ers tienen en Bossa a su mejor jugador, los Cowboys no se quedan atrás y tienen a Micah Parsons un joven jugador que desde que llegó a la NFL en 2021 no ha hecho más que brillar y ayudar al equipo a mejor en su unidad defensiva.
Tal y como lo mencioné líneas arriba, hay jugadores con talento suficiente para que los entrenadores planeen en base a él, Parsons no es la excepción y a pesar la doble o triple cobre cobertura ha podido encontrar la fórmula para tener 4 derribos de quarterback.
La línea frontal de los Cowboys es muy grande de, sin embargo su principal virtud es la velocidad e intensidad con la que juegan, lo mismo presionan a los quarterbacks contrario por la zona de fuera del tackle como por el lado interno, hasta el momento han hecho ver muy mal las líneas ofensivas de los equipos a los que han enfrentado.
Parsons se lleva todos los reflectores, sin embargo hay otro linebacker de los Cowboys que también brilla por luz propia, se trata de Leighton Vander Esch, un golpeador natural, y quien poco a poco recupera el nivel que tuviera como novato, donde incluso fue convocado al Pro Bowl.
Sin duda la ausencia del cornerback Trevon Diggs afecta al equipo, ya que es un estelar en la liga, sin embargo el veterano Stephon Gilmore y el joven DaRon Bland han hecho un trabajo formidable, con cuatro intercepciones entre ambos después de cuatro partidos, sus safetys son Malil Hooker y Jayron Kearse, dos jugadores bastante buenos, pero que llaman poco la atención en reflectores aunque su calidad es bastante buena.
En el ataque, en lo personal, no visualizo que los Cowboys estén jugando a su mejor nivel, su quarterback Dak Prescott no ha explotado y promedia apenas un pase de anotación por partido, muy poca producción si consideramos que han anotado 124 puntos y solo 24 son producto del brazo de el número 4.
Prescott no ha cometido errores y eso es digno de reconocerse, sin embargo los pupilos de Mike McCarthy necesitarán más de él cuando avance la temporada, y en duelos como el que enfrentarán el próximo domingo.
El ataque es uno de los peores en Zona Roja y ocupan el lugar número 30 de 32 equipos, urge mejoría en ese sentido.
Tony Pollard, poco a poco ha hecho olvidar a glorias pasadas de los Cowboys, sin duda el equipo que como franquicia ha tenido los mejores running backs de los útimos 40 años.
Promedia 4.3 yaras por partido, que si bien no es una cifra que asuste nadie, si cumple con un buen promedio dentro de la NFL, lo que ha venido a refresacar el ataque son los jovenes Rico Dowdle y el novato Deuce Vaughn, quienes poseen mucha elusividad y le permiten tener descanso a Pollard, sobre todo en terceras oportunidades.
Sus wide receivers son buenos, mejor que el promedio de la liga, sin llegar al plano de estelares, pero si cumpliendo con lo requerido, su mejor hombres es CeeDee Lamb, quien va que vuelta para una temporada de mil yardas, los veteranos Michael Gallup y Brandin Cooks han apoyado a un ataque que basa su fortaleza en el atque.
Brandon Aubrey, el kicker de los de la “estrella solitaria” tampoco ha fallado ningun intento de gold e campo y ha concretado los 13 en que ha sido requerido, sin embargo 7 de esos 13 goles de campo han sido intentos de menos de 29 yardas, dado que Prescott y compañía no pueden anotar de seis y han debido conformarse con goles de campo muy cortos.
Este domingo no se puede perder este gran encuentro, donde las defensivas prometen estar a la orden del día, con juego intenso, mucho golepo y grandes emociones, tal y como nos regalaron 49ers y Cowboys en la decada a los 90’s, sin embargo no considere eso como el factor principal, dado que son dos equipos jovenes con mucho presente y futuro y que no basan su fortaleza en la historia y el pasado.
