A Gil no se le iba a pasar así nada más como el viento de la mañana. El sacerdote Alejandro Solalinde escribió en su cuenta de Twitter: “Un buen tip contra el covid 19 es la combinación de tres tés: manzanilla, té verde y diente de león (el de la flor amarilla que cuando se seca parece de algodón y vuela) el último, contiene interferón, alcalinizante que protege contra el virus. Tomar 3 veces al día, sin azúcar”. Este grandísimo fanfarrón que camina como Pedro por su casa por los pasillos de Palacio Nacional y le habla al oído al Presidente afirma que una mezcla de tres tes protege contra el coronavirus. El cura de los migrantes no sabe que si se mezclan una cucharada de cinismo, cuatro gotas de simulación y una espolvoreada de roba-roba, una planta milagrosa, lo que tenemos es un cura inigualable, de esos que van y vienen por el mundo como por si les perteneciera.
Fernando del Collado, de su periódico MILENIO, presentó una de sus oscuras y magníficas entrevistas con Alejandro Solalinde. Gil pone a la disposición de la lectora, el lector y le lectere una cuantas tabletas: Solalinde responde: “Es un honor, no porque sea el Presidente, sino porque es un hombre honesto y santo.” ¡Un santo! Dios de bondad, a Gilga le va a dar algo y a lo mejor no alcanza ni una cama de hospital en estos tiempos.
Un santo
“Lo santificó su acción. (AML(i)O) Es un pastor laico que está con su pueblo.” ¿Pastor como esos que llevan a las ovejas? “AML(i)O no es Dios, pero es uno de los mejores representantes de él.” ¡Noo! Esto lo va a saber Bergoglio. “AML(i)O no tiene qué perdonar, es el pueblo. Anhelamos justicia contra la impunidad.” “Sí he hablado con Los Zetas, el Cártel del Golfo, les hablé como un padre.” Gamés no da crédito y cobranza. Este miserable afirma que ha tratado como un padre a asesinos de migrantes, para empezar, criminales. ¿No le da pena, Solalinde?
Al parecer es el tiempo de los rufianes y los mentirosos. Solalinde le dijo al Mayo Zambada que no tocaran a los migrantes. Los Zetas no hicieron caso, pero el Golfo sí.
Sobre los 43 de Ayotzinapa: “No me dijeron dónde estaban incinerados, me dijeron que los habían quemado… pero me dijeron que tenía que ver el ejército”. Gil se mordió el nudillo índice de la mano izquierda: pillo, truhán de Dios en la tierra.
Hablando del Mayo Zambada: “Él es intocable. Si una persona está protegida desde un principio ha sido él. (…) Sí, sí somos manipulables. Una persona que no tenga conciencia, que no tenga información, es manipulable… El pueblo se ha dejado manipular, pero no está manipulado en este momento”. Información, manipular, pueblo, grandes palabrotas.
“El coronavirus es económico y lo estamos viendo. No es una epifanía, es un signo desastroso de los poderosos.” “El mexicano tiene más inmunidad que los gringos y europeos… Es serio, comemos tacos, comemos de todo, tenemos mucha fuerza inmune.” Se los dijo Gil, pero pensaban que estaba jugando: tres de buche, dos de nana, uno de ojo y tenemos refuerzos para derrotar al coronavirus, sí señor.
Viejecita
Ahora mal sin bien. Gamés no puede engañar a sus lectores y lectoras y lecteres (seamos inclusivos). Una nota de Pedro Domínguez en su periódico MILENIO informa los detalles de la polémica mañanera de hoy. “En política no hay vacíos de poder, si no hay conducción siempre se llenan, si lo dejamos se los dejamos a estos conservadores corruptos; vamos a salir airosos de esta epidemia, mucho ánimo, vamos a vencer y vamos a triunfar”, expresó el Presidente.
Sobre el saludo a la mamá del Chapo, el Presidente dijo lo siguiente. “(En La Tuna) Ahí vive la señora y allá fue a dónde se hizo la explicación sobre el camino y me dijeron que estaba ahí y que quería saludarme, me bajé de la camioneta y la saludé… Es una señora de 92 años, y ya dije que la peste funesta es la corrupción no un adulto mayor que merece todo mi respeto, independientemente de quién sea su hijo y lo seguiré haciendo”. Muy bonito. Felicidades. No deje de hacerlo una y otra vez. Es más, debería invitarle sus buenos tamales de chipilín en Palacio, al final es una adulta mayor.
Todo es muy raro, caracho, como diría Pio Broja: “A una colectividad se le engaña siempre mejor que un hombre”.
Gil s’en va
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