Política

¿En qué quedamos?

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

En la mente de Gamés solo hay confusión. Resulta que el sistema inmune de las personas vacunadas o que ya pasaron una infección por coronavirus elimina la variante ómicron antes de que esas personas enfermen de gravedad. Esta fue la conclusión de estudios realizados en Sudáfrica, Estados Unidos y Holanda. Así se explicaría que en varios países haya menos hospitalizaciones y muertes que en otras olas. Gil lo leyó en su periódico El País en una nota de Nuño Domínguez. De que se analizaron los linfocitos, unos como glóbulos blancos capaces de recordar un patógeno y barrerlo del organismo durante meses, años, décadas, incluso a lo largo de toda la vida. Ajá: linfocitos memoriosos. Así las casas (muletilla patrocinada por el licenciado Bartlett), los expertos consideran al ómicron el virus de mayor propagación en la historia. Si Gil ha entendido algo, cosa improbable, el ómicron es muy malo, pero un poco bueno siempre y cuando exista la vacunación completa que produce los linfocitos memoriosos muy buenos que vencen al ómicron. La variante delta es muy mala y no ha desparecido ni por equivocación. De cualquier manera, los epidemiólogos coinciden en que es muy pronto para saber lo que aun no sabemos y muy tarde para ignorar lo que sí sabemos. En resumen: a buscar al linfocito memorioso, hay que vacunarse. Lo dicho, en la cabeza de Gilga gobierna la confusión.

No se pasen

Al parecer, Gamés no es el único que se encuentra confundido. El secretario de Salud, Jorge Alcocer, se ha pronunciado, como esos oráculos que guardan silencio durante siglos y de pronto dicen una inquietante verdad. Y es que el subsecretario indómito, Hugo López-Gatell, tiene un gripón que lo ha tumbado en la cama. Ustedes no están para saberlo, pero Gil sí está para contarlo: su garganta de Gilga, en jirones, en llamas. Y luego le dan como unos escalofríos. Si los linfocitos memoriosos se fueron a la cantina, la cosa se va a poner fea. El oráculo Alcocer reconoció que aunque hasta el momento hay 47 mil 874 casos activos en el país, la hospitalización se mantiene en 15% y las defunciones, dice, no han aumentado, aunque según lee Gil en sus periódicos, las defunciones sí han aumentado, pero la verdad no es precisamente la divisa de las mañaneras. El oráculo pidió a los padres mandar a sus hijos a las escuelas y confiar en la información que ofrezcan las autoridades. Cuando Gil oye la palabra confianza en la autoridad, la gallina se le pone de piel, o como se diga. De pasada, el oráculo le dio un coscorrón a las universidades que aún no vuelven a clases presenciales: “ya se están pasando”. Conceptuoso el secretario Alcocer.

Letal

No sobra decir que Gil tiene sus tres vacunas y la de la influenza y que trata a sus linfocitos memoriosos como si fueran sus pequeños y queridos hijos. Mientras Gamés tosía y sufría ardores en la garganta leía su periódico MILENIO. En esas páginas encontró esta noticia: “México registra la mayor tasa de fatalidad durante la pandemia de covid entre los 20 países más afectados por el virus al contar con un promedio de mortalidad de 7.5% de acuerdo con la Universidad John Hopkins. Las cifras difundidas ayer por esta institución destacan que México encabeza el listado por cada 100 casos confirmados, con una diferencia de más de tres puntos con el segundo país con mayor promedio de letalidad, que es Bulgaria, con 4.1% (…) De acuerdo con el estudio, en el rubro de muertes por cada 100 mil personas, México se encuentra en el noveno lugar dentro del listado de los 20 países más afectados”.

Caracho, pues entonces resulta que las autoridades sanitarias mexicanas no lo han hecho tan bien como dicen. Muy mal a la hora pandémica. Con la pena, pero ya lo sabíamos.

Gabinete de curiosidades

Fenómenos de epéntesis: en los verbos terminados en -ecer, se produce la epéntesis de “k” en la primera persona del singular del presente del indicativo y en todo el subjuntivo según el modelo del verbo agradecer: agradezco, agradezcas, etc. No pertenecen a este grupo los verbos mecer y remecer (mezo, no mezco; remezo, no remezco), pero sí muchos parasintéticos, como anochecer, atardecer, enloquecer, enmohecer, ensombrecer.

Gil s’en va

Gil Gamés

gil.games@milenio.com

Google news logo
Síguenos en
Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.