La discusión sobre el contenido de los libros de texto gratuito para niños de primaria y secundaria se está tornando estéril, tanto por el lado oficialista como por parte de la oposición.
Las agendas ideológicas y políticas de los partidos y grupos de poder contrarios al actual gobierno federal quieren centrar el debate de los contenidos en que éstos promueven el comunismo ¿sabrán acaso qué es el comunismo?
Dejando a un lado la teoría y tecnicismos el comunismo es, en pocas palabras, la abolición de la propiedad privada y que los medios de producción estén a cargo del proletariado.
Nadie de los partidos de oposición ni de los grupos adversarios al presidente dan argumentos del porqué los libros tienen ideología comunista.
No darán argumentos porque simple y llanamente se están centrando en algo falso, deberían enfocarse realmente en los errores de los contenidos y no en sofismas.
He leído reseñas de especialistas en educación que leyeron los libros, tanto de quienes están favor como en contra, también he podido leer hojas de algunos de los libros de primaria.
Los contenidos ponen sobre la mesa temas, que en lo particular celebro los incluyan, como los distintos tipos de familias que hay en la sociedad actual y la importancia de abordar los problemas del país desde una perspectiva colectiva (comunidad).
No obstante, también existen sendos errores y omisiones en los nuevos libros de texto gratuito. Hay menos matemáticas, eso es inobjetable.
La Organización Nacional de las Naciones Unidas para la Educación, mejor conocida como UNESCO, proclamó el 14 de marzo de cada año como Día Internacional de las Matemáticas. UNESCO (2019), Actas de la Conferencia General 40C/ Resolución 30.
Volumen 1, se menciona que “una mayor conciencia mundial y un fortalecimiento de la enseñanza de las ciencias matemáticas son esenciales para hacer frente a desafíos que se plantean en ámbitos como la inteligencia artificial, el cambio climático, la energía y el desarrollo sostenible, y para mejorar la calidad de vida en el mundo desarrollado”.
Menos matemáticas en los planes de estudio hará que México sea menos competitivo respecto a otros países, por lo tanto, habrá menos desarrollo económico.
Desafortunadamente un porcentaje importante de nuestros niños y jóvenes no comprenden lo que leen; datos de la última prueba de PISA en 2019 arrojaron que el 34% de los estudiantes de nivel medio y superior no tienen compresión de lecturas avanzadas.
De acuerdo con diversos pedagogos los nuevos libros de texto no profundizan en la lectoescritura, orillando a que nuestros niños y jóvenes sigan sin entender lo que leen.
Es evidente que hay una carga ideológica en los nuevos libros, existe una crítica hacia el modelo económico neoliberal y los gobiernos que lo implementaron; mencionar que también había carga ideológica, en menor medida, en los libros de texto de los gobiernos pasados.
De que era necesario un nuevo modelo educativo era necesario, pero la metodología sobre cómo se abordaron los contenidos de los nuevos libros de texto resulta insuficiente para las necesidades del país.
Los contenidos tienen que realizarse a través de consensos, de agendas y planes educativos, de acuerdo con los contextos de cada estado de la República, pero se hizo lo contrario, no se tomaron en cuenta a los expertos que son nuestros maestros, no se escuchó a los pedagogos ni a los gobiernos de los estados.
Los contenidos no se deben abordar desde un punto de vista político, religioso, moral o ideológico, éstos deben realizarse con rigor académico y científico.
La educación no puede ser cooptada por intereses empresariales, políticos o religiosos, la política educativa en México debe ser una política de Estado, una política en la que todos los actores de la sociedad sean tomados en cuenta a fin de que los planes educativos se deriven de un amplio acuerdo nacional.
La educación es el motor de desarrollo de todo país, en México seguimos sin comprenderlo.