Cultura

Junio: mes del orgullo gay

  • Ventana abierta
  • Junio: mes del orgullo gay
  • Gerardo Moscoso Caamaño

Si una sociedad niega la libertad con justicia para afirmar el placer de ser, la sexualidad no puede ser más que un mecanismo de represión que contribuya a alienar un poco más nuestra vida provinciana. 

 La lucha por la emancipación sexual se ha convertido en un desafío a la autoridad, un desafío que transgrede lo meramente sexual para cuestionar a la autoridad misma.

La represión sexual del entorno me hace plantear, al menos, algunos aspectos que son muy esclarecedores: 

El primero es la conciencia opaca que existe de la represión sexual en la mayoría de la gente, sobre todo heterosexual, que no se siente reprimida, aunque de hecho lo está. 

Por otro lado, está todo el problema de la enajenación de la mujer; el de convertirla en un objeto sexual de satisfacción del macho. 

Después viene la represión pedagógica de los jóvenes en el aspecto sexual, como elemento esencial para enseñar y adiestrar en el sistema social que se pretende que la gente acepte.

También existe todavía en nuestro país, a pesar de los avances desde hace más de tres décadas sobre este tema, el problema de la represión y discriminación de los grupos que se alejan del fin reproductor y de todas las normas morales de la sexualidad, especialmente los homosexuales, a los cuales no solo se les reprime, sino que además se les sigue rechazando. 

En este sentido una de las cosas importantes sería llegar a elaborar, analizar y estructurar la cuestión sexual con el resto de las situaciones que pertenecen a la liberación de la vida cotidiana, que la gente entienda que la verdadera problemática de la sexualidad está relacionada con los problemas de la represión cotidiana que se sufre día a día

La mayor parte de las iglesias de tradición judeocristiana, en especial la jerarquía católica y sus dirigentes, no pueden aceptar esta parte de la actual realidad dramática de nuestro país y de nuestra gente. 

La doble moral con que se ha conducido la Iglesia católica, por ejemplo, la tenemos en la manera de solapar que Juan Pablo II hizo durante su papado del delincuente pederasta Marcial Maciel. 

Como escribió el gran Molière en su obra “Don Juan” hace más de 350 años: La hipocresía es un vicio que está de moda y los vicios de moda se convierten en virtudes…” 

Y su servidor añade: que la democracia no es solamente el triunfo de las mayorías, sino ante todo y sobre todo, el respeto irrestricto a las minorías.


lonxedaterra@hotmail.com

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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