Para mis mamás, mi suegra y mi esposa
Ser mamá no es fácil, hay de todo en el camino para serlo: desde las que a veces no lo planean, las que lo desean toda la vida y no pueden, pero se convierten en las mejores tías, las que siempre lo quisieron y se preocupan por ser perfectas, las que cuando lo son resulta que se sienten siempre presionadas por saber si son las mejores o no y las que de manera natural logran serlo sin manual, sin videos de YouTube, sin las abuelas ahí metidas dando consejos que, regularmente, nunca son los mejores, porque cada madre y cada hijo o hija son diferentes.
Ante una epidemia como no habíamos vivido en tiempos modernos, todas y cada una de ellas se esfuerzan desde su trinchera para salir adelante de una u otra forma, ya sea apoyando a los más pequeños, echando porras a los grandes que de repente entran en desesperación y escuchando cuando no sabes a quién acudir, porque a veces, aunque nos choque oírlo, mamá siempre dice algo que nos mueve las entrañas, y es que al final son y serán las personas que más nos conocen.
Pero también están las madres que se están desesperando, que no pueden salir de casa y que sienten una enorme frustración por no poder hacer muchas cosas solas como antes; que aunque lo hagamos con cariño y amor, el estar a la espera de que los hijos tengamos tiempo de pedirles el súper, hacer sus pagos, llevarles algo o decirles cómo va toda esta situación, las hace sentir hasta cierto punto inútiles y hasta viejas.
El analfabetismo digital es hoy más que nunca una brecha que está separando a generaciones enteras, que para unas es natural y sencillo hacer todo con apps, mientras que para otras es cuestión de vida o muerte entender ese ecosistema, que de no hacerlo, las obliga a salir de casa para tratar de hacer un trámite, una compra o un pago de servicios arriesgándose al contagio.
Es fundamental entender que debemos ser pacientes con mamá, tías y abuelas que necesitan seamos el puente entre la vida digital y su vida analógica, presencial y física que la epidemia de covid-19 ha prácticamente desaparecido en los últimos meses.
Estar pendientes de ellas es también algo muy importante con una llamada o, mejor aún, con una videollamada que se puede hacer tan fácilmente como con WhatsApp o tal vez, si se puede, una gran opción son dispositivos como los Eco Show de Amazon, que gracias a Alexa solo tienen que pedirle llamar por su nombre al contacto que quieran y tener en video a los hijos, nietos o sobrinos en unos segundos.
Hoy toca mamá a distancia y si podemos, ayudemos con herramientas digitales a que estén más cerca de todos nosotros.
fernando.santillanes@milenio.com
Twitter:@santillanes