Política

Se fue la aplanadora

La autoridad electoral de Jalisco tiene lista la nueva legislatura del Congreso local. Hace unos días publicó en sus redes las caras de las y los 38 diputados que nos representarán. Claro que hay caras nuevas, pero se viene lo que ya medimos, se terminó la aplanadora naranja.

La aplanadora naranja había estado jugando en este sexenio con cariño hacia Casa Jalisco, con un camino de lealtad hacia el gobernador. Fuimos los que vemos la arena pública los responsables de documentar la coordinación absoluta de las acciones de gobierno con las acciones legislativas. La aplanadora básicamente consistió en palomear todo lo que proviniese de la residencia del gobernador. Su gran mérito es la organización, pero también que las y los diecisiete, con perfiles distintos, comandan objetivos concretos cuando se requiere.

La novedad es que se terminará la aplanadora naranja. Y se terminó, en parte, porque la gente así lo decidió en las urnas. Acaso no se habrá visto la gran mayoría de la población representada y decidieron terminar ese camino. Sin embargo, a pesar de no haber aplanadora naranja, habrá 11 diputados, cifra que ningún otro partido tiene, ni Morena.

La idea de una aplanadora política no es la primera vez que ocurre en el Congreso; el PAN y el PRI tuvieron mayorías importantes. Lo relevante es que para Movimiento Ciudadano sí será la primera vez que no tenga esta condición. Para un perfil como Alfaro, la aplanadora naranja venía a modo y aunque tuvo oposiciones importantes en el legislativo, terminó por pasar encima de todo y capitanear los ritmos con que ese barco navega.

Como lo reiteró también el IEPC, la nueva bancada naranja, ya no le diremos aplanadora naranja, repetirá algunos cuadros que la casi extinta legislatura estrenó. Se ve una bancada nutrida y sobre todo repartida de muchas líneas del emecismo. No hablaré de perfiles en individual, sino como bancada y lo primero que tendrá que hacer es caer en cuenta que efectivamente no son ya la aplanadora naranja. La memoria tiene que ser a corto plazo y más bien actuar debido al presente. Claro que, si Pablo Lemus resulta ganador, tendrá un descanso donde reposar el vendaval del Congreso.

Sin embargo, donde se antoja el mayor reto de la bancada naranja es donde tiene mayor sentido el trabajo legislativo; en el cabildeo y en la discusión del Pleno. Llegará a enfrentarse con un alto nivel de debate con las y los legisladores de la coalición Sigamos Haciendo Historia, quienes además como bloque, en caso de que funcione así, sumarán la nueva mayoría. No solo será luchar contra esa mayoría, sino contra el empuje de agendas no aprobadas por la aplanadora naranja.

Será que sí votarán a favor de armonizar la ley y despenalizar el aborto, será que por fin el uso lúdico de la marihuana esté en bocas jaliscienses, o que podremos tener una forma que obligue a las y los secretarios de estado a rendir cuentas cada que se les requiera; todo eso no pasó porque la aplanadora naranja o alguien más no quiso.

Veremos quién tomará el cargo y si busca a sus siempre aliados panistas para contrastar la mayoría de la coalición de enfrente, quienes juntos podrían sacar agendas valiosas durante los tres años. Lo cierto es que se fue la aplanadora naranja y eso es un elemento para la legislatura venidera; tendremos un congreso más combativo, que, por fin, puede dar a bien el pedirle cuentas y transparencia a quien ejerce el gasto de las y los que pagamos impuestos en Jalisco.


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Fernando Plascencia
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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