Los más de 50 mil millones de pesos que Hidalgo espera como recursos para aplicar el siguiente año, son el tema principal en el análisis del gobierno y la lista de prioridades para buscar elevar la calidad de vida de la población.
Bajo un esquema de participación ciudadana, la administración de la 4T que recién se estrena en Hidalgo, tiene el enorme reto de hacer valer la premisa obradorista de “primero los pobres” en una entidad que históricamente ha sido de grupos vulnerables.
Para poder contar con un panorama de las necesidades más apremiantes, el gobernador Julio Menchaca –y en general toda la clase política lo sabe- ha recorrido el estado, los municipios y las regiones, y ahora cuenta con un diagnóstico preliminar para poder encontrar la solución a décadas de marginación y pobreza.
En Hidalgo se han gastado miles de millones de pesos en proyecciones económicas, métricas de consultorías internacionales, se ha pagado a investigadores de la UNAM, del IPN, se ha pedido apoyo de la Unicef, de Harvard, del Banco Mundial, hay ex colaboradores que han estado en puestos federales, en áreas de decisión a nivel país, y ni así se ha podido llegar a la meta.
¿Qué es lo que ha pasado en el camino?, quizá una mala aplicación de los planes elaborados, además de que se ha perdido el rumbo en el inter por las constantes aspiraciones políticas y procesos electorales que no cesan en la entidad, y por supuesto, por la corrupción.
Elaborar un presupuesto social ahora y siempre ha sido el inicio de todo sexenio, dentro del Plan Estatal de Desarrollo se tiene como base aportar la mayor cantidad de recursos a salud, seguridad, educación, no hay un hilo negro que descubrir, por lo que la demanda sigue y seguirá siendo que los políticos realicen un buen trabajo para la aplicación del dinero público.
Eduardo González
Twitter: @laloflu