Los cuatro candidatos a gobernador de Hidalgo que han realizado campaña en estos días y los candidatos a diputados locales que también han iniciado su proselitismo en Pachuca y la zona metropolitana, de todos los partidos, solo hablan de una cosa con la gente: el Tuzobús.
Si bien es cierto que se trata de un asunto de primer orden para toda la sociedad, pues es el único medio de transporte público en el que se puede recorrer de norte a sur la ruta que la gran mayoría de habitantes de la capital del estado realizan, tampoco se debe llegar al extremo de que sea el mismo asunto con importancia para las campañas.
La gente, quienes lo usamos y nos transportamos a diario en él para dejar el mal hábito del auto o por simple necesidad, sí podemos debatir, hablar, proponer y decir lo que opinamos del Tuzobús pues es un servicio que pagamos; quienes ahora están en campaña no deberían “colgarse” al 100 por ciento de la propuesta de hacer “algo al respecto”.
Volvemos a las campañas del sexenio pasado cuando el tema en la palestra fue la inseguridad y el crimen organizado. Pasó la euforia de políticos por buscar ser la voz del pueblo y los intérpretes de la ley y la justicia en México y sus estados y el tema de la seguridad pública quedó de lado.
Actualmente, las campañas hidalguenses se han basado, sí en muchos ejes de las plataformas de los partidos, pero que son poco atractivos para la gente. La población ya no acepta que llegue algún candidato a puesto de elección popular y le diga que las condiciones económicas son propicias para impulsar temas de apoyo a la gestión social y las políticas públicas al servicio de la gente. ¿What?
Lo que la ciudadanía pretende es que el candidato en turno sepa que el poder del voto es para que sirva a conseguir mejores condiciones de vida para los representados. Que se invierta en contratar más policías, en remodelar las calles, en rescatar los parques abandonados, en pintar y limpiar las banquetas, las fachadas de centros históricos, de dotar de agua, luz y electricidad en general a colonias y fraccionamientos; que sepa que ayudar a los pobres no es solo llevarles dádivas, sino ayudar con el presupuesto público a mejorar sus vidas de forma permanente.
El Tuzobús es algo que de mejorar será en beneficio no de un proyecto personal o político sino en ayuda a la población que lo usa; realmente quien haga o deje de hacer algo pasará a segundo o tercer plano. Incluso, al salir a escuchar el sentir de la gente, no importa ya quien haga algo sino que se haga ya. Lo antes posible.
Si van a quitar el Tuzobús que lo hagan de una vez; si se va a quedar que lo mejoren, pero de inmediato. Si van a permitir combis y peseras y a la vez rutas alimentadoras que sea parejo en todas las colonias, que existan alternativas al Tuzobús, pero ya. Lo demás, las propuestas y promesas, las acciones posteriores a la elección y al mes de septiembre cuando entre el nuevo gobernador estarán de más si no se hace algo con el Tuzobús.
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