Con el inicio de las vacaciones de la Semana Santa, el Estado de México y todo el país estarán en máxima alerta. La razón, el riesgo que haya un rebrote de contagios del Covid-19, pues los lugares turísticos se constituyen en fuentes potenciales de contagio, el contacto social será inevitable. Por consiguiente, surge la pregunta: ¿estamos más cerca de que el semáforo epidemiológico de color amarillo o regresar al rojo?
La respuesta a la pregunta anterior está en la ciudadanía en su mayor parte, en función a la responsabilidad que asuma o bien a su irresponsabilidad ante la pandemia. Para quienes tienen conciencia, seguramente no se contagiarán. Para los que tomen a la ligera las recomendaciones que hacen las autoridades sanitarias, obvio el riesgo de contagiarse será muy alto.
Entonces en las vacaciones de la Semana Santa la prueba de fuego para los que realmente quieran combatir el coronavirus, y para aquellos que a pesar de las evidencias siguen sin creer en que la pandemia existe y por consiguiente actúan con irresponsabilidad sin importarles el riesgo de lo que significa el contacto social.
La responsabilidad de las autoridades de los tres órdenes de gobierno estriba en hacer que los prestadores de los servicios turísticos cumplan con las disposiciones que se han determinado, tales como no permitir una afluencia mayor a 30 por ciento de su capacidad y evitar la concentración de personas en espacios públicos.
De los prestadores de servicios públicos la responsabilidad está en acatar las disposiciones y hacer que los consumidores respeten y no insistan en ingresar a los lugares.
Lamentablemente esto no sucede, pues los prestadores de los servicios públicos no dejarán pasar la oportunidad de ganar más ante lo que han dejado de percibir por la pandemia, sin importarles el riesgo que representa actuar irresponsablemente.
La responsabilidad de las autoridades de los tres órdenes de gobierno es hacer que se cumplan las disposiciones para evitar concentraciones masivas en espacios públicos y en los centros turísticos y prestadores de servicios como bares y restaurantes.
El color del semáforo epidemiológico es un enigma. ¿En manos de quién está que avancemos al amarillo o regresemos al rojo? La respuesta está en que como ciudadanos asumamos mantener los protocolos preventivos y evitar el contacto social.
Desgraciadamente todo apunta a que la probabilidad sea regresar al semáforo rojo, lo anterior en función a lo siguiente: La mayoría de los hoteles y centros de hospedaje de los lugares turísticos del Estado de México están reservados al cien por ciento. Por tanto, aquí se incumple el hecho de solo 30 por ciento de su capacidad.
Valle de Bravo, Ixtapan de la Sal y otros puntos de atracción turística están a tope, por lo menos en cuanto reservaciones. Si es así, seguramente la situación para las pascuas será de altos contagios.
Tal y como sucedió en Cancún recientemente, donde se dispararon los contagios de Covid a consecuencia de la llegado masiva de turistas que no mostraron sus pruebas negativas al contagio.
Y ahora que esos turistas cumplan al gobierno mexicano. Lo mismo pasará después de la semana mayor. En fin.
Dejo la pregunta. ¿Avanzaremos al semáforo amarillo o volveremos al rojo?
Eduardo Garduño Campa
egardunoc@uaemex.mx