Que Juan Carlos Natale, del Corredor Económico del Bienestar y Víctor Gabriel Chedraui, del gobierno estatal ya tienen en puerta una reunión con Marcelo Ebrard para dar seguimiento a las inversiones que vienen a territorio poblano, pero también para poner sobre la mesa las necesidades del empresariado local. Entre los puntos centrales aparece el T-MEC, con todo lo que implica para la competitividad de la región. Es decir, se trata de una cita clave para alinear la estrategia poblana ante los grandes jugadores del país y el norte del continente.
Que en las elecciones del año pasado fue muy sonado el caso del vehículo de un capacitador del IEE que fue robado en la colonia Valle Verde y con él desaparecieron más de 2 mil boletas destinadas al proceso. Pues resulta que la FGE informó que ya se logró la vinculación a proceso de Santiago N, señalado como presunto responsable del robo y quien, de acuerdo con las investigaciones, habría destruido las boletas antes de que fueran entregadas. Se trató de un episodio que puso en entredicho la seguridad del material electoral.
Que una vez más, las estudiantes de la Escuela Normal Rural Carmen Serdán de Teteles tomaron rumbo a la Ciudad de México para hacer visibles sus demandas, ahora buscan un diálogo directo con la Secretaría de Gobernación. La propia presidenta Claudia Sheinbaum reconoció en su conferencia mañanera que el caso ya está siendo atendido y reveló que, tras un encuentro con familiares de los 43 de Ayotzinapa, conoció la situación de una alumna de la institución poblana, lo que derivó en la instalación de mesas de trabajo. El plantel será reabierto y las clases presenciales reiniciarán el próximo lunes.
Que la Secretaría de Seguridad Pública confirmó el relevo en la dirección del penal de Tehuacán, tras detectarse irregularidades en su operación. La decisión se tomó en coordinación con el ayuntamiento y el nuevo encargado será un perfil civil, con la encomienda de reforzar el control y garantizar mayor transparencia en la administración del centro penitenciario y así cerrar el paso a viejas prácticas, dejando en claro que la vigilancia y el orden en los reclusorios no se negocian.