Que seguramente los patrocinadores de Eugenio Hernández Flores se alegraron al ver que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación mantuvo la candidatura del ojiverde al Senado de la República. No es para menos: el ex gobernador lleva gastados más de un millón de pesos en dos meses y medio de campaña.
Que por cierto, no debió haber hecho mucha gracia esta resolución al también ex gobernador tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca, quien recrimina no haber sido medido con la misma vara con que la Sala Superior midió al candidato verde y al hijo de Maki, Carlos Peña Ortiz, ambos sus enemigos políticos.
Que César Verástegui Ostos por fin anda en plena campaña con la fórmula del PAN-PRI, ya relajado tras esperar por días la negativa definitiva a Cabeza de Vaca de su candidatura plurinominal, aunque sin la cobertura mediática de hace un par de años cuando buscó ser jefe del Ejecutivo estatal. Eso sí, poco ha opinado de su agenda o los temas actuales.
Que varios candidatos morenistas se blindan para la jornada electoral del 2 de junio en un tema muy primordial, como es el conteo final de votos en las casillas. No solo es tener una cobertura total en las urnas, también es la lealtad de quienes están designados; por ello, han recurrido como una segunda opción de robustecer esa presencia a través del PT.
Que no asoma un liderazgo en la alianza oficialista que contiende por las diputaciones locales, para perfilarse, en caso de obtener la mayoría, rumbo a la Junta de Coordinación Política o Junta de Gobierno del Congreso, donde se enfrentarán a los cabecistas plurinominales.
Qué precisamente el diputado Marte Ruiz Nava, suplente de Pepe Braña, salió con una propuesta algo polémica: solicitar que también se baje la violencia hacia los hombres, asunto de muchos comentarios en las redes sociales pues cuando existen otros temas como la sequía y el agua, el Parlamento local decide enfocarse en otra agenda.