Que el presidente del Poder Judicial del Estado de México, Ricardo Sodi Cuellar, anuncia el primer borrador del nuevo Código Penal de la entidad, producto de un enorme esfuerzo y visión que el propio magistrado ha impulsado ante las actuales necesidades de la entidad. Ejemplo claro es que, al ser uno de los principales flagelos de la sociedad mexiquense, se incluirá una serie de propuestas para sancionar las diversas modalidades de extorsión, que permitan acreditar este ilícito antes las instancias procuración y justicia. Hay buenos augurios para el análisis y discusión de este documento.
Que como en comedia de enredos, la policía de Ecatepec acaba de cometer otra pifia memorable: resulta que a las camionetas distribuidoras del Banco de Alimentos, institución altruista que ahí apoya al menos a 200 familias de tres colonias vulnerables y alejadas, les han caído con multas por estacionarse a repartir la comida para los pobres. Para completar el chiste de mal gusto, resulta que la sanción es individual para el chofer y el ayudante: en galeras les explican que deben la módica cantidad de 4 mil pesos cada uno… Si es que quieren recibo, si no, generosamente les hacen un descuentito y queda en 3 mil por cabeza, libres para el Juzgado calificador.
Derivado de esta situación, el director general Alberto Canul Juárez advirtió que suspenderán la entrega hasta que el presidente municipal Fernando Vilchis Contreras les explique los requisitos para poder tener un permiso especial dada la naturaleza de su labor.
Que en temas económicos, la cosa no termina de levantar. Señala el presidente de la Asociación de Hoteles Turísticos del Estado de México, Martín Ramírez Olivas, que ha sido un año muy complicado para el sector, y eso que apenas pasa de la mitad. Estas vacaciones de verano la ocupación hotelera repuntó apenas 10% respecto del 2022.
Por otra parte, Laura González, la dirigente del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México, consideró urgente incentivar condiciones económicas para crear más y mejores empleos formales, pues si bien la pobreza laboral en México presenta una reducción, los actuales índices se ubican en los niveles previos a la pandemia.