Que durante 2025 el gobernador Julio Menchaca Salazar decidió que legislar también cuenta como obra pública, y mandó al Congreso del estado un paquete de iniciativas con la promesa de mejorar la vida, la igualdad y los servicios, todo en un solo envío y entre esas ideas sobresale la reforma a la Constitución local para cambiar la forma en que se eligen jueces y magistrados, aunque la cita con las urnas sea hasta 2027, no vaya a ser que alguien diga que no se planea con tiempo. Reforma crucial sin duda dados los tiempos que se vienen, una más dicen “sin dedicatoria”.
Que en el año que termina también se ajustó el Presupuesto para levantar el Centro Administrativo del Poder Ejecutivo, con el noble argumento de dejar de destinar recursos por concepto de renta y concentrar dependencias, porque nada dice austeridad contar con infraestructura digna y propia; además se coló la propuesta de desaparecer el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública Gubernamental, en sintonía con las reformas federales, bajo la lógica de que menos institutos significan más eficiencia, y que la transparencia, bien entendida, no necesita oficinas propias así que todos a la Contraloría.
Que para que la justicia administrativa camine derechita se planteó darle autonomía al Tribunal correspondiente, con evaluaciones de desempeño y sin magistraturas eternas, no sea que alguien confunda el cargo con herencia familiar y en legislación secundaria apareció la Ley de Entidades Paraestatales, pensada para crear organismos más flexibles y especializados, capaces de responder rápido y con sentido social, al menos en el papel.
Que la Ley Orgánica de la Administración Pública también pasó por quirófano, cambiando nombres rimbombantes y afinando facultades en comunicación gubernamental, porque comunicar mejor siempre ayuda a que todo parezca más claro, y finalmente la reforma a la Ley de Adquisiciones promete compras con mayor transparencia, contratos que sí se cumplan y proveedores actualizados, con el fin de que el dinero público rinda, pues nada habla más de buenas prácticas que esto… y no solo en los discursos. _
