Entramos ya al tramo final rumbo a las elecciones y como siempre se está empezando a dar de todo en la casta política.
En la semana el gobernador Julio Menchaca se despachó con la cuchara grande para Hidalgo y anunció en evento multitudinario, muy a la vieja usanza partidista de antaño, la billonaria inversión para repartir en 80 programas sociales y si leyó bien, son más de 2 billones de pesos para el estado, una cantidad nunca vista en estos lugares y que impactará en la vida de millones de personas desde comunidades rurales, adultos mayores, jóvenes, niños, discapacitados y varios sectores más.
Y obvio es que esto se da con las votaciones encima ya, por supuesto que este es un movimiento político para asegurar que Morena se quede con la mayor parte si no es que con todos los 84 municipios de por acá, y tener así lo que antes tenía el PRI, un control total que dure muchos años, sale sobrando el mencionarle que por igual estos beneficiados votarán por Claudia.
Si a lo anterior le sumamos que al PRI le bajaron a Eleazar García, el cual no se libró de llevar su proceso en libertad viene a terminar esta pintura tan común sexenio con sexenio donde el gobierno imprime su fuerza para debilitar a la oposición, bueno que, en el caso de este ex alcalde, sí de plano no había mucho que hacer, su administración estuvo bastante manchada.
Ironías de la vida, 37 millones de pesos son los que dicen que Eleazar adjudicó sin el cabildo, es decir, por sus pantalones y de igual forma ha resultado ser hasta la fecha el edil que en su gestión más obra pública desarrolló en los últimos 30 años de la ciudad capital, así las cosas, en esta capital.
Mientras tanto y en lo que la vida política pasa, conmemoremos hoy 24 de febrero a nuestro lábaro patrio; nuestra bandera es un símbolo que representa valor y espíritu de unidad, que refleja nuestros orígenes y nuestro sentido de identidad. Un país que Iturbide soñó en su momento, pero que seguro estoy no pensó que terminaría como está.
