“Si nadie te garantiza el mañana, el hoy se vuelve inmenso”. (Carlos Monsiváis, escritor y cronista contemporáneo).
Estos días le voy tomando el gusto a un programa de herreros, pues me resulta muy interesante la manera en que, dependiendo de la experiencia de cada uno, van resolviendo el reto de forjar el arma que les fue asignada. Recién escuché esta frase de uno de los veteranos: “En medio de la batalla, para un soldado hábil, hasta una piedra es un arma”. Nada tan acertado para estos tiempos.
En ocasiones anteriores hemos comparado el contexto de estrategias de guerra con el ámbito de negocios; debido a las circunstancias de nuestro entorno, es probable que enfrentes tus retos cotidianos como batallas a librar; sin embargo, mi propuesta es que enfoques tu fuerza y habilidad en ganar, no solo en la posibilidad de sobrevivir.
La frase de Monsiváis me recuerda el supuesto aquél de “si supieras que hoy es tu último día, ¿cómo lo vivirías?” En muchos casos, quienes se plantean esto han realizado acciones extraordinarias; si la enfocaras en tu negocio o tu desempeño profesional, ¿qué estarías dispuesto a hacer?, ¿hasta dónde llevarías tu empeño por sacar adelante tu empresa?, ¿qué temor vencerías? Te recomiendo un enfoque de gestión en corto plazo: enfrenta el reto del día, soluciona.
Revisa puntualmente los recursos disponibles, demuestra que puedes sacarles todo el partido posible. No te comprometas con nuevas obligaciones, no sabemos cómo estarán las condiciones en los próximos días, semanas o meses.
Valida resultados tan rápido como puedas, no repares en la incertidumbre, enfócate en lo logrado. Dalo todo, como si fuese el último día. Y mañana comienza de nuevo, con el “expertise” del mejor estratega.
Te deseo éxito.