Conforme pasan las semanas se va confirmando el escenario que advirtió la marcha del 13 de noviembre en defensa del Instituto Nacional Electoral y la democracia.
Tras esa multitudinaria manifestación ciudadana que se extendió a más de 60 ciudades el régimen intentó eclipsarla con un desfile convocado, financiado, aceitado, acarreado y producido desde el poder que no logró su cometido, sino solo exacerbar el dolor palaciego que optó por llevar su regresiva reforma político-electoral por la vía no del cambio a la Constitución -porque no le alcanzaron los votos-, sino por la **huizachada de modificar leyes secundarias aún en contra de los lineamientos constitucionales.
Así, la madrugada del jueves la mayoría de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados asestaron la siguiente intentona autoritaria: despejar jurídicamente el camino a los funcionarios públicos del régimen que ilegalmente viene haciendo proselitismo político como pinta de bardas, colocación de anuncios espectaculares y publicidad digital, con ello se les deja en total libertad a ellos y a sus huestes para seguir dilapidando dinero público en su promoción, justo lo que por años combatió López Obrador.
La regresión electoral llega al colmo de darle vida artificial a partidos satélite del sistema ya que permitirá que el partido coaligado de mayor fuerza, es decir Morena, le pueda ceder, cual transferencia bancaria, votos a sus aliados para que conserven el registro. Algo así como una perversa reventa del voto de los ciudadanos, una trasfusión del estado a sus moribundas rémoras.
“El problema mayúsculo (…) es que buena parte de lo edificado se quiere destruir desde el gobierno (…) porque significa no solo una agresión a las instituciones existentes sino a la posibilidad de procesar nuestra vida política en un formato democrático. México no puede volver a una institución electoral alineada con el gobierno, incapaz de garantizar la necesaria imparcialidad en todo el proceso electoral”, arengó José Woldenberg en la marcha ciudadana del 13 de noviembre y la reacción de López Obrador han ido exactamente por allí.
¿Alguien tiene dudas de hacia dónde quiere llevarnos López?
Celso Mariño
@Celso_Marino1