Ante la discusión de la reforma electoral surgió una interesante iniciativa: el Observatorio Permanente de Integridad Electoral, cuyo objetivo es identificar áreas de oportunidad en materia de integridad electoral y ofrecer recomendaciones para el fortalecimiento del sistema democrático. En su primer reporte presentan los resultados del Índice de Integridad Electoral en las elecciones 2024 en México y enlistan 6 indicadores que consideran deben atenderse con urgencia; para ellos, la discusión sobre una reforma electoral debe poner como prioridad esas características de las elecciones mexicanas que presentan oportunidades.
El indicador más bajo (en una calificación del 0 al 10) es que las candidaturas y partidos experimentan violencia con 1.35 de calificación; aquí la discusión debería enfocarse a analizar las causas de esa violencia y la prevención de la misma. En segundo lugar, el uso inadecuado de recursos públicos en campaña (1.45 de 10), una tarea para garantizar la equidad en los procesos electorales y aquí una vinculación entre el sistema nacional anticorrupción y el sistema electoral puede resultar pertinente.
En tercer lugar, con una calificación de 1.80 es que solo las cúpulas partidistas eligen candidaturas; por lo que, un tema necesario a debatir los próximos meses puede ser la democracia interna de los partidos políticos. Después con 1.95, el indicador de desinformación en redes sociales nos lleva a reflexionar el papel de los medios de comunicación, el algoritmo y el internet en las campañas electorales, la urgente necesidad de generar marcos normativos que motiven una infraestructura cívica digital contra la desinformación y la pertinencia de campañas de alfabetización mediática.
En quinto lugar, con 2.10 se encuentra la compra de votos, ahí las fiscalías electorales juegan un rol importante, en esta discusión podría debatirse las capacidades legales, institucionales y presupuestales de estas, para fortalecerlas. Por último, con 2.16 puntos la violencia contra los votantes en casillas es otra acción que debe ponerse al centro en la discusión de la reforma electoral.
Según este Índice, estas deberían ser las prioridades que atender del sistema electoral mexicano. Por otro lado, las tareas de mayor fortaleza y que no necesitarían cambios son el registro de electores, la distritación electoral y el conteo de votos. Esto puede ser un gran insumo para la discusión en los siguientes meses. Atender lo que se debe atender y no descomponer lo que sí funciona bien. Vale la pena seguir el trabajo del Observatorio.