Año1981: el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria recolecta dinero para su causa en defensa de los derechos humanos de lesbianas y homosexuales. Una fiesta organizada con invitación a los grupos de aquella época: Sex Pol con Antonio Cué a la cabeza; Nancy Cárdenas, la pionera que fundó el Frente de Liberación Homosexual, en 1971. Baile al estilo de los 41, en 1901. Puertas adentro la pachanga va bien.
Pero unos malhechores irrumpen para alebrestrar: prepotencia machista. El primero en dar la cara es Jaime Morales. Les dice: “Es una fiesta privada, no pueden pasar y…” Ni tiempo de defenderse. Uno de los agresores le suelta un golpazo directo a la nariz de Jaimito.
Adentro, desde las ventanas, asomados, hombres y mujeres gays, estupefactos. Morales directo al suelo. Salen Carlos Ugalde y Fernando Esquivel a defenderlo. Tratan de controlar la situación. Forcejean con los desconocidos, entre tomados y envalentonados. Ugalde suaviza la riña: terminan por abandonar el lugar. Para entonces Jaime sangraba de la nariz y Carlos Toymil corre al auto para llevarlo al hospital. Tabique roto, anuncian. Poco después Jaimito estrena nariz por el maldito percance. Su pareja, Alberto Pimentel, lo apapacha.
Te acuerdas porque en el Centro Cultural Juan Jacobo Hernández de la Glorieta de Insurgentes lo recordó el fundador del movimiento gay. Habla Juan Jacobo:
“Para su conocimiento hace unos 40 años (Jaime Morales) fue miembro del FHAR, y por cierto fue blanco de la única agresión física que sufrimos, al ser víctima de un cachazo en pleno rostro que le fracturó la nariz cuando unos maleantes querían forzar su ingreso a una fiesta en la casa del FHAR, allá en Alonso Cano, en Mixcoac”.
La historia es procesos. Brinda consecuencias: hoy existe el Centro Cultural con el nombre de Juan Jacobo Hernández. Y Jaime Morales se ganó por su valentía y activismo ser el primer director general de Diversidad Sexual y Derechos Humanos de Ciudad de México. Nada es gratis cuando los hechos constatan el trabajo de una comunidad en busca de reivindicaciones al hoy denominado colectivo LGBT+.
Fuiste testigo pero lo habías olvidado. Jaime, activista del FHAR, hoy, parte de la historia.