Para cerrar este 2025 me propuse hacer una relación de los 10 sucesos teatrales del año. Fue una gratísima sorpresa ver que mi listado crecía y crecía y me he obligado a cerrarlo sólo en 20 acontecimientos para no eternizarlo.
He aquí mis 10 (quiero decir mis 20) favoritos de este año. El orden es arbitrario, como me vienen a la mente:
Luego de 25 años la maravillosa música compuesta por Andrew Lloyd Webber volvió a escucharse en la ciudad de México con el estreno de El fantasma de la ópera, que en una reinterpretación dirigida por Federico Bellone agota cada una de sus funciones en el renovado Teatro de los Insurgentes.
Ahí, a unos cuantos metros, en el Nuevo teatro Libanés, hace apenas un par de meses, se estrenó La nota, comedia con humor cáustico en la que una pareja de cincuentones hace el recuento de sus vidas, independientes y juntos. Tiaré Scanda y Enrique Arreola recuerdan al público lo que son las grandes actuaciones, aquí dirigidos por Cristian Magaloni.
En el mismo teatro, y con el mismo director se presentó hacia mediados de año Arte, considerada por mucha gente como la mejor comedia de las últimas décadas. Escrita por la francesa Yasmina Reza, esta puesta en escena brilló gracias al trabajo de tres estupendos actores: Fernando Bonilla, Mauricio Isaac y Alfonso Borbolla.
También Magaloni estuvo al frente del montaje de Anatomía de un suicidio, que abarrotó el teatro Helénico en cada una de sus funciones. Un tema nada fácil se volvió un imán para el público gracias a la brillante dirección y las actuaciones, entre ellas la de Fernanda Castillo, convertida hoy en una de las grandes figuras de la escena nacional, en todos los medios.
Prima facie, impactante puesta en escena que permitió a Regina Blandón mostrar la gran intérprete en la que se ha convertido. Aquella pequeña que vimos todos en la televisión, es ahora una primera actriz de nuestros escenarios.
Y lo mismo podríamos decir de Alejandro Speitzer, quien de aquel infante de telenovelas es hoy una estrella internacional, pero no conforme con eso se ha preocupado por mostrar que es un estupendo actor, tal como lo hemos visto (y podremos seguirlo viendo) en Cruise, en la que da vida en 100 minutos a una decena de personajes, en este montaje sobre el VIH.
También triunfan en el teatro Milán otras dos puestas en escena que muestran lo estupendamente bien que han crecido dos otrora niños actores: Aldo Guerra (a quien conocimos en el musical El Full Monty) y José María de Tavira (quien brilló en la película La máscara del zorro, al lado de Anthony Hopkins).
José María brilló en Equus, y Aldo aún triunfa en Asesinato para dos, un musical único, en el que comparte escenario con Humberto Mont, quienes alternan respectivamente con Iker Madrid y Silvestre Villarruel.
No cabe duda que el conjunto del teatro Milán y el foro Lucerna son epicentro de buena parte de la buena actividad escénica de la ciudad, en la que también triunfó el musical Dentro del bosque, dirigido por Miguel Septién, quien con una pléyade de enormes intérpretes ofreció un montaje genial de este clásico del género.
Otro maravilloso trabajo en equipo es el que vimos en Las crónicas del diablo, un ingenioso, irreverente, didáctico montaje que recrea pasajes de la historia de México. Hugo Isaac Serrano está al frente de este proyecto que volverá a escena en las próximas semanas.
La que sí sigue en escena es Por la punta de la nariz, una comedia en la que todos nos vemos identificados, pues habla de cómo nos marca la relación que se establece entre padres e hijos, y por ahí (en cualquiera de esas dos posturas) pasamos todos. Roberto Sosa, Rodrigo Murray, Luis Roberto Guzmán, Pablo Valentín, Plutarco Haza y Mauricio Galaz, alternan en los dos personajes.
Incluyo aquí tres trabajos del teatro oficial. Primero la 45 Muestra Nacional de Teatro, celebrada en Cancún. Como cada año se trató de un esfuerzo supremo que reunió a la mejor del teatro del país. Puestas en escena, feria del libro, conferencias, encuentros de especialistas, presentaciones de libros… son algunas de las actividades que coordina un gran equipo, ahora comandado por Luis Mario Moncada, coordinador nacional de teatro.
La danza que sueña la tortuga, es uno de esos garbanzos de a libra que en febrero próximo arrancará su tercera temporada en el Centro Cultural del Bosque. Esta conmovedora y divertidísima comedia, poco conocida de Emilio Carballido, brilla con la atinadísima dirección de Nohemí Espinosa.
La Compañía Nacional de Teatro ofreció una amplia oferta de montajes, entre ellos Ifigenia en Áulide, Capítulo I: ¿Quién puede ser juez?, del Proyecto Espiral, que es –en palabras de Gabriela Ochoa, su directora de escena— “una tetralogía que recorre la historia de los Atridas.
Por coincidencia se presentó también este año La niña en el altar, en la que la dramaturga irlandesa Marina Carr aborda con gran maestría el mismo mito de Agamenón. Marina de Tavira y Alberto Estrella encabezaron este inolvidable montaje dirigido por Enrique Singer.
Agrego a mi recuento de grandes puestas en escena de este año una más también de tema griego. Se trata de Juicio a una zorra, en la que Itatí Cantoral dio vida a Helena de Troya, con una visión nueva, femenina, en un texto fenomenal de Miguel del Arco, con la dirección de Alonso Íñiguez.
Y cierro este recuento con dos títulos legendarios Los monólogos de la vagina, en su año 26 de temporada, y Defendiendo al cavernícola, que ya se enfila a la celebración por sus 25 años continuos. Ambas triunfan en el teatro Libanés, un día a la semana y ambas producidas por Morris Gilbert.
Y precisamente con Morris y Susana Alexander quiero cerrar este recuento de grandes momentos teatrales que marcaron este 2025. Morris por la celebración der sus 50 años de trayectoria y Susana quien anunció este su retito de los escenarios. Dos estrellas, en el mejor de los conceptos, en el firmamento teatral de nuestro país.
Para fortuna de todos, buena parte de estas puestas en escena siguen en cartelera o regresarán en breve.
Y repito aquí la frase que escribí hace algunas semanas y que me ha sido multielogiada: ¡Gracias a la vida que me ha dado teatro!
