Como era predecible el nivel de participación apenas alcanzó 18%, según el conteo rápido, y la intención del voto casi 92 % a favor de que el presidente continúe en su cargo. Debo reconocer que pocas veces he asistido a una jornada electoral, y llevo muchísimas, tan farragosa como este ejercicio de Consulta de Revocación de Mandato 2022.
Los impulsos políticos tan polarizados en torno a la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador son preocupantes. Así es la democracia y se vale, dirían los clásicos. Sin embargo, son evidentes las ansias de venganza o de repulsa impertinente que brotan como lava ardiente.
El odio político no es un buen consejero. Muchas personas llamaron a la abstención, les gana la ira contra AMLO pero sacrifican un mecanismo válido y valioso como la consulta popular.
Pareciera que a México le cuesta dar un paso más allá de la democracia electoral. La democracia participativa es una gran tendencia de las diversas democracias avanzadas en el mundo.
Un amplio sector de la población ve en la 4T una amenaza. AMLO es el nuevo Armagedón y pintan escenarios dramáticos, casi apocalípticos ¿En verdad es AMLO representa el fin de los tiempos para la democracia mexicana?
El odio político carcome los roles de los actores. Partidos políticos de oposición en franca actitud de boicotear el ejercicio. Una oposición débil que aún no digiere el rechazo electoral tanto en las elecciones de 2018 como en la pérdida de la mayoría de las gubernaturas en el 2021.
Mención aparte, requiere el comportamiento del INE. Los Consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama se convirtieron en un indebido contrapeso político. Con desgano, el instituto electoral asumió el mandato de los tribunales y con un presupuesto reducido organizó con baja promoción un ejercicio que será indispensable en el futuro inmediato. El comunicado de los 18 gobernadores lo inculpa y no es dato menor. Se avecina una tortuosa reforma electoral que tensará la vida política del país.
El gobierno de la 4T entró en flagrantes contradicciones al promocionar, al viejo estilo priista, la consulta en desapego a las reglas del ejercicio. Lamento que muchos intelectuales y académicos que conozco muy bien hayan sucumbido al miedo y distorsionaron, muchas veces con mezquindad, sus análisis.
Este resultado, la cifras, los porcentajes, deberán ser analizados bajo la lupa, pues constituye el calidoscopio de las elecciones 2024. Prevalece mucha miseria política, subjetividad, intereses, visión cortoplacista y deslealtad con la democracia.
Bernardo Barranco