Política

Feminarumtempus

  • Posteando
  • Feminarumtempus
  • Bernardo Barranco

Las marchas del 8 de marzo fueron arrolladoras; cientos de miles de mujeres en CdMx y en numerosas plazas de la República. Después de diez años, las demandas de mujeres gozaron del apoyo del conjunto de la sociedad. Medios y comentaristas dieron eco a las demandas y denuncias de las mujeres mexicanas.

Miles y miles de ellas salieron a las calles para evidenciar diversas formas de opresión y sometimiento social. Denunciaron diferentes formas de violencia a las que son sometidas: violencia familiar, abusos sexuales, bajos salarios y acoso laboral, coacción física y psicológica. Y desde luego destacan los feminicidios, desapariciones y muchas omisiones de los aparatos de gobierno.

¿En las Iglesias no se registra violencia contra las mujeres? Más allá del tema del aborto, poco se expresó en las marchas. Desde luego es un dramático tema latente.

Hay que recordar que precisamente las mujeres son la proporción mayoritaria en las iglesias. Y no están exentas de la problemática social de la violencia de género en el país. La mayoría de las Iglesias representan para las mujeres creyentes un espacio de opresión patriarcal y gerontocrático. El patriarcado religioso construye una narrativa sagrada e ideológica que justifica el predominio masculino y el sometimiento de las mujeres.

Ellas deben “amoldarse” o someterse al mandato de la casta sagrada, masculina, de las Iglesias y subordinarse a su autoridad. En las Iglesias predomina un sistema de jerarquías en donde hombres predominan y son colocados en posiciones de autoridad y toma de decisiones, mientras que a las mujeres no se les permite.

La dominación y el ejercicio del poder masculino, en las Iglesias, adquieren rasgos particulares, centrados principalmente en el uso de fragmentos bíblicos, especialmente del antiguo testamento, que sostienen y justifican determinadas formas de violencia hacia las mujeres, que desvalorizan sus capacidades y silencian sus opiniones.

Hay una lucha teológica qué hacer. Como explica la teóloga mexicana Elsa Támez, la Biblia, interpretada androcéntrica y patriarcalmente, ha sido una fuente de legitimación para marginar a las mujeres en la iglesia.

¿Cómo reconstruir las formas religiosas de género? Se deben contrarrestar principalmente la violencia epistémica, psicológica y simbólica en las Iglesias. Del silencio y sumisión a formas más protagónicas. Si las mujeres han alcanzado protagonismo en la vida secular,¿por qué no en la vida religiosa? Es tiempo de que las mujeres sean protagonistas no solo en la sociedad sino en la Iglesia.


Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.