Cultura

Ananás de las Indias

Rosalinda se despierta con un antojo algo peculiar. Al parecer en su último sueño se encontraba de viaje por algún paraíso tropical, entre calles empedradas descubría un pequeño mercado con numerosos puestos de frutas; en la mayoría los vendían cortados en cubos colocados en vasos enormes de plástico. Sin embargo, ella tenía en el paladar el gusto por un sabor ácido y dulce, al cual lo acompañaba chile en polvo, limón y sal. A lo lejos lograba ver un pequeño puesto azul, decorado con flores y algo que parecía palmeras, y donde vendían justo lo que ella quería. Pero, en el preciso momento en el que iba a pedir un vaso con dicho producto, la alarma del despertador le jugo una mala pasada. Ya era de día y había que ir a trabajar. No sin antes repetirse en la mente ¡Tengo antojo de piña con chile en polvo, limón y sal!

Trastocar el tema de una fruta como la piña en pleno cierre de año resulta un tanto surrealista, ya que su temporada se centra en los meses de abril y mayo. Pero su historia y el cómo se dio a conocer una vez que los españoles la llevan a Europa, es digno de comentarse en cualquier época del año. De acuerdo con Néstor Luján, en su libro Historia de la Gastronomía, Cristóbal Colón la descubre en segunda incursión a América; más tarde, Gonzalo Fernández en 1526 da la primera descripción de dicho fruto. En ella resalta lo suave que es, la compara con los duraznos, y menciona los usos que le dan los indios, por ejemplo en la preparación de vinos o para incrementar el apetito en dolientes.

Se entiende que el nombre piña nace por las similitudes con las piñas del pino piñonero, aunque en América en algunas regiones se le conoce aún como ananá. Este nombre tiene su origen en una posible deformación lingüística; dicho vocablo se toma del portugués, que a su vez tiene una raíz guaraní. Según algunos registros, el origen de la piña (ananá) se focaliza en Brasil y Perú, donde los nativos la conocían como naná.

Cabe mencionar que el botánico Francisco Hernández la añade como parte de la alimentación de los pueblos mesoamericanos. Una vez que llega a Europa se intenta aclimatar, al parecer sin buenos resultados. Según lo comenta el propio Néstor Luján, es probable que el consumo de piña en Europa fuese en almíbar. Para el siglo XVIII llega a Francia, donde causa revuelo, al grado que se convierte en el bocadillo predilecto de Luis XV.

En la actualidad, estados como Veracruz son considerados los principales productores de piña en el país. En 2017 la producción alcanzó las 604 mil 929 toneladas; le siguió Oaxaca con 130 mil 436 toneladas, según datos extraídos del portal del gobierno federal. Casualmente, en las recetas para las fiestas decembrinas el uso de piña en almíbar es recurrente, tal cual se acostumbró en las ya mencionadas España y Francia.


Benjamín Ramírez


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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