El pasado 14 de junio se conmemoró el Día Internacional de la Donación de Sangre, lo que para Fundación IMSS es motivo de gran interés y trabajo. Asimismo, este día nos permite recordarnos a todos que está en nuestras venas salvar la vida de una o varias personas. La Fundación cuenta desde 2020 con un programa de donación itinerante que representa la esperanza para personas que están en riesgo por hemorragias o anemia, principalmente. Este programa está diseñado para que mano a mano con el Instituto Mexicano del Seguro Social podamos acudir a centros de trabajo, de empresas, fábricas e instituciones interesadas en participar para que los empleados donen sangre sin tener que desplazarse al banco de sangre. Esta sencilla idea ha permitido que los trabajadores no tengan que faltar a sus empleos y que así podamos contar con más donadores. Durante la pandemia, época en la cual el acercarse a un hospital representaba un riesgo, fue increíble la utilidad de esta unidad itinerante. Históricamente, sabemos que los primeros bancos de sangre surgieron durante la Segunda Guerra Mundial, época en la cual era necesario tener en el sitio del combate sangre para la atención de los soldados. Es interesante recordar que no fue hasta el siglo XIX que James Blundell realizó las primeras transfusiones de sangre entre humanos con éxito y se le considera el pionero en la donación como la conocemos hoy en día. Desde esa época se han realizado descubrimientos que han permitido que hoy la sangre se llame sangre segura. Uno es en 1901, cuando Landsteiner descubre los grupos sanguíneos, lo que permitió reducir las reacciones alérgicas casi a cero. En 1980 se agrega al análisis de los grupos sanguíneos las pruebas del virus de la inmunodeficiencia humana de hepatitis para garantizar la seguridad de la sangre. Gracias a este procedimiento se pueden realizar intervenciones como cirugías mayores de corazón, trasplantes de hígado, médula ósea, atención de enfermedades como el cáncer y la hemofilia, entre otras. A pesar de todo el desarrollo de la ciencia, aún no somos capaces de fabricar sangre artificial, lo cual nos obliga a inculcar en las nuevas generaciones este hábito de donar sangre a partir de los 18 años. Recordar también que al ser donador voluntario podemos ayudar a una persona conocida, pero también de manera desinteresada ayudar a un recién nacido, a un niño o a un adulto desconocido. Estas acciones a su vez favorecen la cultura de donación de otros órganos como riñones, córneas, hígado, entre otros.
México es un país solidario en momentos difíciles; sin embargo, es importante que recordemos que la donación de sangre debe ser constante, por lo cual los invitamos a ser donantes voluntarios en la Unidad de Salud más cercana a ustedes y de esta manera favorecer una cultura de generosidad, esperanza y de vida.
*Directora General Fundación IMSS AC.