Una de esas máscaras emblemáticas que serán recortadas para la eternidad es precisamente la de Súper Muñeco, personaje de la lucha libre mexicana que marcó época y en su momento sin saberlo sería la motivación para los personajes luchísticos de corte infantil.
Lamentablemente debido a complicaciones de una enfermedad que padecía de antaño, diagnosticado como diabético y luego de un accidente que lo llevaría al hospital, a sus 59 años dejó este mundo para sumarse a la arena celestial. Súper Muñeco se convierte en automático en una leyenda del pancracio nacional y del colectivo popular.
El líder del Trío Fantasía, que viera acción en sus inicios en el extinto Pavillón Azteca junto a Súper Ratón y Súper Pinocho, formaron una de las tercias más conocidas en el país de este deporte espectáculo.
En lo personal tuve la oportunidad de conocerlo y convivir con él en varias ocasiones, inclusive lo traje a Cancún para que propagáramos a este trío de queridos luchadores hace cuatro años, cuando estaban dando, por llamarle de una manera, su último aire sobre el cuadrilátero. De hecho, habían regresado a una función de la Arena México en la cual fueron ovacionados y honrados por la afición de manera muy especial.
Una de las maneras para ganarse la vida y generar algunos pesos de más, era participar vendiendo sus productos o souvenirs, organizando premios anuales y haciendo varias expo máscaras. Muchos otros luchadores retirados, independientes, o quienes quisieran ofrecer a la afición sus souvenirs, se sumaban a esta oportunidad.
Hebert Palafox deja este planeta Tierra, cumpliendo lo que hizo en vida y es un legado que será recordado por siempre, y sí, su máscara asemejaba mucho a la del Payasito de la Tele, Cepillín, y es que este payaso fue parte de la motivación para el diseño de su máscara; hoy se reúnen en el cielo.
Comenzó su carrera profesional con otro nombre: El Sanguinario II, debido a la admiración que sentía por su padre, que también fue esteta, pero en 1982 se caracterizaría como Súper Muñeco, al que le agregaría un carisma muy especial. Por cierto, siempre después de un acto, llave, victoria o movimiento bueno, giraba la cabeza como signo de felicidad y parte de su sello.
Súper Muñeco ganó 82 máscaras y 21 cabelleras a lo largo de su carrera según estadísticas, nombres como Intocable, Hombre Lobo, Ultra Tiger, Escorpión Dorado, Rey Pirata, El Hijo del Huracán Ramírez, fueron presas de su experiencia y perdieron las luchas de apuestas contra él. Y en lucha de pareja o tríos también ganó marcaras como las de Ángel Mortal y Los Bucles; además de las Tortugas Ninja, los Thundercats, Las Momias del Perú I y II, Los Black Hunters, por mencionar algunos.
Además de ganar varios campeonatos, perteneció a las empresas más grandes de este deporte y fue también independiente, un hombre que gustaba por luchar mucho en provincia y muy respetuoso siempre con la prensa y con la afición, ya que él decía que sin la fanaticada no serían nada.
Un gran ser humano, sumergido como luchador; descanse en paz. Se te extrañará.
Amador Gutiérrez Guigui
Twitter: @AmadorG_G