El 22 de marzo de 1931 nació William Shatner, una de las figuras más importantes de toda la historia de la televisión, una pieza clave de la cultura pop.
Sí, él fue quien le dio vida por primera vez a nuestro amado Capital Kirk de “Viaje a las estrellas” (“Star Trek”), pero no hay que olvidar lo demás.
El señor Shatner ha engalanado decenas de importantísimas series, películas, programas de televisión y hasta dibujos animados.
Si alguien merece un homenaje, es él y History, siempre congruente con lo que representa, decidió regalarle a este gran actor, el 22 de marzo, el día de su cumpleaños número 93, el estreno de la nueva temporada de “Inexplicable”.
Seguramente usted, como miles de personas en toda Iberoamérica, adora esta concepto. En el muy remoto caso de que no lo conozca, se lo describo rápidamente:
Es una revista donde desfilan los temas más polémicos del universo: extraterrestres, duendes, fantasmas y cosas por el estilo.
La gracia está en que, partiendo de esto, los genios de History nos dan una cátedra de historia y varias clases de periodismo.
William Shatner es la figura que se encarga de presentar cada una de estas historias y el resultado es fantástico porque, más allá de que lo hace excelente, eso se traduce en credibilidad, en prestigio.
“Inexplicable con William Shatner” se transmite los viernes a las 22:00 (usted lo puede ver en el canal History, en Video Bajo Demanda o en “streaming”).
Yo, como buen animal de televisión, preparé mi mejor cena y me senté frente al monitor, el viernes pasado, para cantarle “Las mañanitas” a William Shatner y gozar con su programa.
Usted no tiene idea de lo muchísimo que disfruté aquello. ¿Me creería si le dijera que por primera vez en mi larga vida entendí qué onda con La Meca?
Yo no sabía lo de la piedra, lo que significaba ni nada de nada. Y lo digo con mucho respeto para que no vaya a suponer que, por tratarse de una emisión sobre cuestiones que se salen de lo que normalmente se habla en los noticiarios, el resultado va a ser mediocre o sensacionalista.
¡Para nada! “Inexplicable” es un programón. No me quiero ni imaginar lo que su equipo de producción tarda en armar cada episodio porque son montones de historias, cada una requiere de muchos días, tal vez meses, de investigación, más la parte de la producción.
Hay que viajar por los rincones más lejanos del mundo, entrevistar especialistas que en verdad sepan de lo que están hablando, obtener imágenes, editar, musicalizar.
No es como en esos materiales que de repente suben algunos influencers donde copian y pegan las primeras barbaridades que se encuentran en internet.
¡No! Esto es de verdad, es profesional y de muy buen gusto.
Ojo: no cualquiera habla de buen gusto mientras narra historias de momificación en vida y medicina vudú o mientras nos invita a reflexionar, con seriedad extrema, sobre el poder de la oración y lo que pasa con los meteoritos cuando entran a la órbita terrestre.
Y las señoras y los señores de History lo hacen con particular maestría.
¿Qué le puedo decir sobre la participación de William Shatner? Que si llego a los 93 años espero verme la mitad de bien de lo que se ve este señorón.
¡Qué barbaridad! Aquí es cuando uno entiende la belleza y la dignidad que hay detrás de un adulto mayor cuando trabaja en un clima de respeto y profesionalismo como el que se nota que hay detrás de esta producción.
¡Feliz cumpleaños, querido William Shatner! Y felicidades a History por su buena memoria, por darle a cada persona su lugar y por hacer las cosas bien desde un principio.
Luche por ver “Inexplicable con William Shatner” en History (algunos sistemas de televisión de paga permiten “regresar en el tiempo”). Le va a gustar. De veras que sí.