No sé cómo le hacen Rosy Ocampo y sus colaboradores pero siempre se superan y para muestra basta un botón: “Vencer la ausencia”, la telenovela que se estrena hoy a las 20:30 en Las Estrellas.
Seguramente usted, como muchas personas, ha tenido la oportunidad de ver de manera digital el preestreno de este melodrama seriado. ¿No se le hace increíblemente bueno?
Yo me enamoré de él porque sin dejar de ser una suculenta telenovela tradicional mexicana es una propuesta audaz que dice cosas que jamás se habían dicho en televisión abierta privada nacional.
No le voy a vender trama, pero estamos ante una historia que reinventa lo que este grandioso equipo de producción de Televisa ya había inventado con “Vencer el miedo”, “Vencer en desamor” y “Vencer el pasado”: las telenovelas antológicas.
Aquí los personajes protagónicos no comienzan sus aventuras de manera separada, están juntos desde el capítulo uno y además de los conflictos femeninos, ya tenemos asuntos con los que muchos hombres se van a identificar.
¿Cuál es la nota? La profunda sabiduría de la gente que está desarrollando esto porque a las 20:30, en Las Estrellas, la composición de audiencias se tiende a enriquecer con más presencias masculinas.
¡Para que luego anden diciendo que hacer telenovelas no es una ciencia! ¡Para que luego anden diciendo que aquí sólo se hacen cenicientas!
“Vencer la ausencia” es un concepto tan moderno, actual y diferente que es uno de los pocos melodramas seriados que he visto donde el dinero representa algo tan escabroso como la sexualidad.
¡Me encanta! Y me encanta que siempre hay esperanza. Este evento especial de Las Estrellas demuestra que sí se pueden abordar todos los grandes temas psicológicos y sociales sin perder el estilo, sin dejar de divertir a las multitudes.
¿Quiere que le diga qué es lo que más me gusta de este lanzamiento? Las relaciones entre padres e hijos, y la admirable promoción de valores que casi nunca juegan en esta industria como la amistad y la solidaridad.
Luche por verla con sus abuelos, con sus papás, con sus hijos, con sus nietos o con sus amigos porque cuando uno está ahí, aprecia lo que es una familia, lo que es un grupo de verdaderas amistades.
Si me permite un consejo, encienda su televisor desde antes porque para apreciar la redondez estructural del episodio uno hay que comenzar desde el mero principio.
Es magistral como magistrales son todas, absolutamente todas las actuaciones que usted va a ver.
Mayrín Villanueva está espléndida. Ariadne Díaz, sensacional. Mariana Garza, desgarradora. Alejandra Barros, sublime. Pero la que en verdad se merece una ovación de pie es María Perroni Garza.
¡Qué barbaridad! Esa niña heredó lo mejor de sus padres, construyó algo muy propio y le juro que a partir de aquí se convertirá en la superestrella que merece ser porque gran actriz ya es. ¡Felicidades!
David Zepeda, Alexis Ayala, Felipe Nájera, Danilo Carrera y David Ostrosky lo dejarán con la boca abierta, y Laura Luz y Jesús Ochoa pintan para ser la sensación de la temporada. De mí se acuerda.
Luche con todas sus fuerzas por ver a partir de hoy, de lunes a viernes a las 20:30, por Las Estrellas, “Vencer la ausencia”. Le va a encantar. De veras que sí.
Álvaro Cueva
alvaro.cueva@milenio.com
