Me encantó, en verdad me encantó El camino, el nuevo producto derivado de Breaking Bad que se estrenó el viernes pasado en Netflix. ¿Por qué? Porque está perfectamente bien hecho para los fanáticos de esta obra maestra de la tv internacional. Le voy a explicar, porque a lo mejor usted no sabe de lo que le estoy escribiendo o no entiende la magnitud de este lanzamiento.
En 2008, en la época de oro de las series, antes de que el mundo sucumbiera a los sistemas de distribución de contenidos en línea, millones de personas nos enamoramos de un concepto titulado Breaking Bad. Era un título de ruptura, una emisión que decía lo que jamás se había dicho, una obra de arte, una de las mejores series de tv de todos los tiempos. El punto es que, después de muchas y muy buenas temporadas, esta joya salió del aire en 2013 rompiéndole el corazón a sus fanáticos.
Hoy, gracias a la visión y a la generosidad de Netflix, Breaking Bad vuelve, pero no con una continuación sino con una primera película que le da seguimiento exactamente al punto en que se quedó la serie. A esto me refiero cuando le digo que está perfectamente bien hecha para los fans. Y es que es como si el tiempo no hubiera pasado. Y es que es completamente lógica, creíble, inteligente.
Ni hablemos de su manufactura o de la participación especial de alguien que todos queríamos ver y que sabíamos que solo un milagro nos iba a devolver. Ese milagro se llama El camino y yo le quiero suplicar que lo busque si conoce o no esta propuesta. Le va a encantar. Se lo garantizo.
Lo nunca visto
Mañana a las 21:10, por el canal A&E, se va a estrenar algo tan bueno, tan diferente, que yo tendría que ser el periodista de espectáculos más irresponsable del mundo para no avisárselo con anticipación. Me refiero a Metrópoli: Ciudad de México, una serie docu-reality sobre lo peor y lo mejor de la capital de nuestro país.
Vámonos por partes para que comparta mi emoción: serie docu-reality. ¿Cuántas series docu-realities ha visto usted últimamente? Estamos hablando de un formato alucinante, donde las cámaras graban como si estuvieran cubriendo la realidad, pero al mismo tiempo, donde están transformando lo que captan en un inmenso espectáculo. ¡Tiene que verlo para creerlo! Después: sobre lo mejor y lo peor de la capital de nuestro país. ¿Qué es esto? Los operativos policiacos, el trabajo de los paramédicos, lo que sucede en los alcoholímetros. Es como una serie de terror, pero también como un show lleno de héroes, de esperanza. Yo tenía años de no ver algo así, pero nunca sobre Ciudad de México. ¡Nunca! Es, por ejemplo, Tepito, balazos reales, gente tratando de huir da la justicia, doctores luchando por salvarle la vida a alguien.
Es enorme, una experiencia que nadie se puede perder para que juntos nos sensibilicemos sobre lo que pasa y que no necesariamente aparece en las noticias.
Me llena de orgullo que una marca internacional tan importante como A&E esté produciendo esto con el mismo entusiasmo con el que ha producido cañonazos globales como Live PD y 48 Hours. Por favor, no se lo vaya a perder. Es mañana a las 21:10. Es fundamental.
alvaro.cueva@milenio.com