Con designación de las y los diputados de representación proporcional ya tenemos claro cómo se va a conformar la siguiente cámara de diputados y diputadas, destacando que, si bien la coalición con mayor votación tendrá mayoría absoluta, es decir, 50+1, lo que le permite la modificación de leyes, como es la de ingresos y egresos.
Sin embargo, en esta reconfiguración de fuerzas políticas, ninguna coalición de las conformadas en las pasadas elecciones, podrá realizar cambios constitucionales, al no contar con una mayoría calificada (2/3 partes).
De acuerdo al cómputo final y la asignación de las diputaciones plurinominales, por parte del Consejo General del INE, la coalición Juntos Hacemos Historia, integrada por Morena, PT y PVEM tendría 56% de la cámara, con 278 diputadas y diputados.
Por otro lado, la coalición, Va por México, tendría el 40% de la Cámara, con 199 diputadas y diputados; por su parte Movimiento Ciudadano tendría 23 curules (5%). Por lo tanto, si se quiere realizar cambios constitucionales el número mágico de diputaciones, que requieren, sería 334 para tener dos terceras partes de la Cámara de Diputados. En el caso de la coalición mayoritaria que tiene 56% requiere, al menos un 11% de apoyo por alguna otra fuerza política y los únicos que podrían otorgar ese 11%, sería el PAN (23%) o el PRI (14%).
Por lo que, el escenario es poco favorable para realizar cambios constitucionales. Por el contrario, implicaría mucho oficio político, así como diversos acuerdos políticos para alcanzar una mayoría calificada que les permita realizar cambios a la Constitución.
Esta situación llevaría a un debate muy amplio y necesario, para lograr reformas que implicarían cambios constitucionales, como el caso de la reforma política electoral, ya que se requiere el apoyo de un partido distinto a los bloques conformados (que pueda aportar al menos 11%). Teniendo en cuenta, que todas las miradas y todos los acuerdos apuntan ya, hacia la elección presidencial del 2024.
Alfredo Alcalá
Twitter: @alfreduam