En junio se celebra el Mes del Orgullo y la libre expresión de las diversidades sexogenéricas, cuyas actividades han ido ganando un creciente apoyo de diferentes actores y sectores democráticos, en diversas partes del mundo, incluido nuestro país e Hidalgo, donde año con año es más visible poder conocer y reconocer las diferentes expresiones de acciones creativamente visibles, en favor de la igualdad, autodeterminación, justicia y no discriminación. Por ello debemos destacar que en una fecha emblemática por la lucha de los derechos de la población LGBTTTIQ+ se llevó a cabo en Pachuca el primer Festival de Arte Drag Hidaldrag, el cual tuvo como objetivo, el crear un espacio para la libre expresión de las diversidades, mediante las disciplinas de canto, danza y performance.
Siendo nuestra entidad la primera del país en organizar un Festival Drag, mostrándose como una entidad en la cual se están rompiendo esquemas y estereotipos que no favorecían la construcción de una sociedad justa, igualitaria e incluyente.
El arte drag ha sido parte importante de la expresión queer, palabra que busca describir una orientación sexual o una identidad o expresión de género diferente al género binario (hombre/mujer) o cisgénero. De hecho, las personas queer exponen que tener una orientación sexual concreta o un único género no es natural o inherente al ser humano, sino que son constructos sociales que pueden modificarse y fluir.
La palabra queer en sus orígenes era utilizada de manera peyorativa contra el colectivo gay, en contextos anglosajones. Pero en la década de los noventa, este término adquirió una carga política y social vinculada con la disidencia sexual y algunas personas comenzaron a utilizarlo para autoidentificarse. Muchas personas se declaran queer porque, de esta manera, no tienen que categorizarse bajo una etiqueta.
De ahí la importancia del arte drag, la cual ha servido en primer lugar, como una forma para desafiar el ”status quo”, en el teatro y como una forma de declaración política, siendo una fuerza poderosa forma de expresión, una salida segura y creativa para que las personas queer muestren su identidad y compartan sus historias de vida.
Por ello una de las definiciones del drag es romper con las expectativas heterocisnormativas de la sociedad, respecto a lo que es ser “normal”. Y ante la pregunta, ¿y qué pasa cuando alguien no cumple con esas expectativas de la sociedad?, pues como hemos visto a lo largo de la historia de la humanidad, sufren rechazo y segregación, siendo el arte drag, una forma de ser feliz, de expresarse y no tener que ocultarse ante el mundo, y que se puedan mostrar tal y como son mientras juegan con la categoría del género, por ello el drag también el arte de exagerar los aspectos tradicionalmente asociados con la masculinidad y la feminidad, un medio para desafiar las normas sociales y manifestar nuestros sentimientos.
Si bien aún tenemos (tengo) mucho por aprender, que mejor que sea a través del arte y la cultura, para ser parte de la construcción de sociedades libres de discriminaciones y violencias, reconociendo que es un proceso gradual, pero que sin duda, la entidad va dando pasos importantes, reconociendo el gran trabajo que grandes activistas de la población LBTTTIQ+ han realizado.
También se debe reconocer el trabajo que ha realizado la Secretaría de Cultura de Hidalgo, así como del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo y de quienes encabezan estas dependencias Tania Meza Escorza y Diana Rangel Zúñiga, porque esta importante iniciativa favorece el reconocimiento de las diversidades sexogenéricas.
Apunte: el origen exacto de este arte es desconocido, pero se cree que evolucionó a partir del teatro antiguo. Los hombres hacían travestismo para interpretar personajes femeninos, ya que las mujeres no tenían permitido actuar. La primera evidencia conocida del drag procede de la ciudad griega de Esmirna.