El ex gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, realizó la llamada semanal que le permiten hacer desde el penal federal de Tepic y su familia lo comunicó a la cabina de MILENIO Tv. Se trata de la primera entrevista desde que fue detenido hace dos años, sin que hasta ahora le hayan podido probar algún delito que, por cierto, no ameritan prisión preventiva oficiosa.
Cuando le pregunté si consideraba que está en la cárcel por motivos políticos, la llamada se cortó.
A Sandoval lo detuvieron el 6 de junio de 2021, día de la elección federal y cuando se renovaban 15 gubernaturas, entre ellas la de Nayarit, donde gobernaba el panista Antonio Echevarría, enemigo político de Sandoval. Con su salida y la llegada del morenista Miguel Ángel Navarro, el caso ha avanzado a su favor.
El jueves, día de la llamada, Sandoval ganó la liberación por uno de los cargos en su contra: un delito electoral, que le fincaron por presuntamente haber desviado dinero de programas sociales. El proceso seguirá, pero la medida cautelar de prisión preventiva fue echada abajo.
La prisión preventiva permanece vigente para el resto de causas que aún enfrenta. Solo ha sido absuelto de peculado. Hace unos meses logró el desbloqueo de sus cuentas bancarias, demostrando que en ellas no había mil millones de pesos como estimaba la UIF, sino 120 mil pesos.
Ninguno de los cargos que enfrenta están relacionados con delincuencia organizada ni narcotráfico, como muchos supondrían ante la declaratoria de culpabilidad y relatos de horror de su ex fiscal, Edgar Veytia, de quien Sandoval ha insistido en deslindarse.
“El fiscal (Veytia) fue electo por diputados del PRI, PRD y PAN. Yo solo compartí sexenio con él. Seguiré contribuyendo con cualquier declaración que se necesite”, me dijo sobre el ex funcionario que enfrenta una condena de 20 años de prisión en Estados Unidos por sus vínculos con el crimen organizado.
A dos años de su detención, Sandoval duerme en una celda compartida, sobre una colchoneta de yoga que su familia le llevó cuando pudo entrar a verlo. Los cargos vigentes en su contra son operaciones con recursos de procedencia ilícita, ejercicio indebido de funciones y la compra sospechosa de un rancho, cuyo dueño anterior también lo acusa, pero de nunca habérselo pagado.
Si Sandoval es encontrado culpable, la sentencia no necesariamente ameritaría prisión. Entonces, ¿por qué o por quién no ha sido liberado? Se lo preguntaré en la próxima entrevista, espero no se corte la llamada.