El éxito de una nueva compañía se asocia a una serie de componentes que, de una u otra forma, están en manos del emprendedor: la originalidad de la idea, el modelo de negocio, el talento del equipo y hasta el monto de la inversión. Sin embargo, pocas veces se considera como un factor relevante el momento en que esas empresas nuevas comienzan a operar, es decir, el timing.
En lo personal, yo tampoco lo consideraba relevante. Hasta ahora.
Por mucho tiempo preferí pensar bajo la lógica de Jim Collins y su libro Good to Great, donde las empresas buenas que se vuelven extraordinarias no dependen del momento que vive la industria en la que operaban.
Esta semana, y gracias a un emprendedor ejemplar que fue reconocido por EY en el evento El Emprendedor del Año, supe que el timing tiene mucho que ver en el éxito de una empresa nueva. Y mucho.
De acuerdo con un estudio realizado por el emprendedor serial Bill Gross y presentado en una conferencia en TED Talks, el timing es la principal variable que influye en el éxito de una compañía. Llamamos timing a la oportunidad, al momento, a la circunstancia donde ocurre una alineación, a veces "mágica", de factores hacia un propósito.
Para la elaboración del estudio, Gross reunió y analizó diversas compañías con el fin de explicar su triunfo o desaparición. Descubrió, por ejemplo que antes del nacimiento de YouTube, en 2005, existieron iniciativas similares que probablemente muy pocos recuerdan. Una de ellas fue Z.com, con Gross como fundador.
Gross cuenta que a finales de 1999 e inicios del año 2000, fundó Z.com, una empresa de entretenimiento en línea. Parecía que todos los elementos estaban en su lugar: la idea en papel sonaba fantástica, la inversión que habían levantado era suficiente, el modelo de negocio era excelente. De hecho, refiere, ya habían firmado talento de Hollywood para unirse a la compañía.
¿Por qué no funcionó? No era su momento. A finales del siglo XX, la penetración de banda ancha era muy baja, por lo que, en 2003, la empresa tuvo que cerrar. Dos años después la penetración aumentó y, para cuando YouTube nació, el mundo ya estaba preparado para él.
Otros ejemplos de cómo el timing hizo triunfar proyectos emprendedores son Uber y AirB&B. En ambos casos, el problema económico que particularmente vivía en ese entonces Estados Unidos se volvió el mejor aliado de ambos movimientos, que le dio trabajo e ingresos a miles de personas a través de llevar pasajeros en su propio auto y recibir turistas en su propia casa.
No existe un proceso único para determinar cuando el timing es correcto. Para ello, el emprendedor puede hacer uso de varias estrategias, tales como estudios de mercado. Sin embargo, la mayoría de las veces requiere de instinto y un poco de suerte. Por eso, los emprendedores deben de agudizar un ojo clínico para identificar y analizar el mercado de manera que, en cuanto se abra esa ventana de oportunidad, sean los primeros en saltar.
*Fundador de VenturaMedia, firma que promueve la cultura emprendedora.