Dicen que el camino del emprendedor es un recorrido solitario. Creo que en parte es cierto. Pero también lo es que hay una nueva generación de emprendedores que cada día cobra mayor conciencia sobre la importancia de contar con un grupo de asesores o mentores que los acompañe durante el desarrollo y crecimiento de sus empresas.
Hay quienes llaman a esta figura consejo consultivo, el cual, sin tener la formalidad y peso legal de un consejo de administración, apoya a los emprendedores en la toma de decisiones.
Un consejo consultivo es un grupo de personas con experiencia y conocimiento en distintas áreas profesionales, que discute, entre otras cosas, aspectos relativos a la operación del negocio, retos y tendencias de la industria o cuestiones legales. En un inicio pueden ser amigos o colegas, con el requisito indispensable de que sean afines a los valores y tipo de negocio que se está construyendo. Se recomienda que el número de consejeros sea no menos de tres personas ni más de cinco, con el fin tener una mejor pluralidad de decisiones.
Entre las ventajas de conformar un consejo consultivo está, evidentemente, el expertise que aporta al negocio. Los consejeros proporcionan insights invaluables sobre qué hacer ante situaciones de crisis y oportunidades, qué mercados atender, cómo hacer frente a la competencia y otros temas igual de importantes.
Además, tener como asesores a nombres respetados en ciertos sectores dota de credibilidad al negocio, así como también asegura la existencia de puntos de vista independientes ante otros jugadores de la industria y posibles inversionistas. Otro beneficio es el acceso a una red de contactos que cada consejero aporta desde su trinchera de experiencia.
Para contemplar la existencia de un consejo consultivo, el nivel de madurez de la empresa no es un obstáculo. Sin embargo, su efectividad radica en garantizar la creación de un foro seguro de conversación donde las personas ahí reunidas estén convencidas del valor y potencial de la empresa y tengan el común interés de impulsarla.
Para conformar un consejo de esta naturaleza te recomendamos lo siguiente:
1. Evalúa y determina objetivos. Evalúa y define los factores clave del éxito de tu compañía, así como sus principales retos. Luego, reflexiona y escribe los objetivos detrás de la conformación de un consejo consultivo.
2. Elige a las personas correctas. Deben tener experiencia en la creación y construcción de un negocio, no solamente administrándolo. No te vayas con la finta de que necesitas tener los grandes nombres del ámbito empresarial. Mejor busca a personas que también se hayan enfrentado a los dilemas de emprender un negocio y sepan cómo ejecutar con los recursos que hay disponibles.
3. Acércate a ellos y "vende" la empresa. Tu carta de presentación es el sueño e impacto que quieres generar detrás de tu negocio. De ser posible escribe un decálogo con los valores de la empresa, en el cual expliques por qué quieres un consejo y detalles, a grandes rasgos, cómo operaría de manera que a quienes invites sepan qué es lo que quieres lograr.
4. Establece expectativas y términos de reunión. Determina una serie de juntas consultivas regulares. Negocia con los consejeros si están dispuestos a reunirse contigo cuando ocurran situaciones de emergencia en las que consideres su participación necesaria. Se recomienda que las juntas se concentren en cuestiones estratégicas para la empresa.
5. Valóralos. Los consejeros consultivos entregan su tiempo, por lo que tienes que mostrar respeto a sus opiniones. Tomar en cuenta sus consejos te dará credibilidad ante ellos. De ser posible, puedes considerar la opción de otorgarles un incentivo, aunque sea simbólico.
*Fundador de VenturaMedia, firma que promueve la cultura emprendedora.
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