Guido Vildozo, director asociado de consultoría automotriz de S&P, indicó que cada automotriz está destinando entre 200 y hasta 850 millones de dólares al mes a Estados Unidos por la imposición de aranceles a los vehículos que importan, costos que por ahora son absorbidos directamente por las armadoras.
“Para una marca pequeña, estos aranceles representan un gasto de 200 millones de dólares. Para algunos de los jugadores más grandes, representan hasta 850 millones de dólares”, dijo durante su participación en el Foro Automotor AMDA 2025.
"Esta es una situación que va a poner presión sobre todo el ecosistema global automotriz para poder compensar y pagar parte de estos aranceles", señaló.
Nuevos ajustes y expansión
Sin embargo, Vildazo señaló que pese a este impacto financiero, los precios de los autos en Estados Unidos apenas subieron entre uno y dos por ciento, lo que refleja que las empresas siguen absorbiendo esos costos, afectando directamente sus márgenes de ganancia.
“Es un proceso de calibración hasta este momento, y se puede ver muy notorio en los informes financieros del segundo y tercer trimestre: los márgenes de la industria han caído drásticamente”, comentó Vildozo.
Por ello, el directivo anticipó que la empresa iniciará un ciclo de ajustes de precios a escala global para mitigar esta situación, pues estos incrementos no se limitarán a México: también se prevén en otros mercados.
“Es un ciclo de ajuste que comenzó en julio y agosto. Obviamente eso va a demorar un tiempo porque no nos queda claro cuánto se va a importar a Estados Unidos con sus ajustes de producción", declaró.
“Obviamente el incremento de precios en los diferentes mercados no es solamente en México. Nos queda claro que incluso se están considerando mercados como Tailandia para poder subsidiar parte de este ajuste (de los aranceles en Washington)”, explicó Vildozo.
Ajuste en producción
La industria automotriz en México enfrenta un escenario de menor producción para los próximos años.
Según Guido Vildozo, la tendencia regional muestra un aumento de manufactura en Estados Unidos y una pérdida de volumen tanto para Canadá como para México, una reconfiguración directamente relacionada con los aranceles impuestos por Washington.
“Vamos a tener cifras de producción inferiores a lo que teníamos en el pasado. ¿Por qué es esto importante? Porque la industria automotriz necesita de 16.5 millones de unidades al año dentro de Norteamérica para generar márgenes", expresó el directivo.
"La inversión que estaba pensada para vehículos eléctricos no va a estar remotamente cerca de la demanda. ¿Qué significa esto? menos lanzamientos de nuevos modelos”, expuso.
Vildazo reconoció que, aunque México conserva una ventaja natural en la producción de vehículos de combustión interna, esa fortaleza no será suficiente para revertir el ajuste.
“El país no regresará a niveles cercanos a los 4 millones de unidades, y lo más probable es que se mantenga en un rango de 3 a 3.5 millones”, argumentó.
El directivo puso como ejemplo a General Motors, que eliminó el tercer turno de su planta de Ramos Arizpe, despidiendo a unos 800 empleados, de acuerdo con medios locales.
Tras esto, anunció una inversión de alrededor de 4 mil millones de dólares, destinada a trasladar parte de la manufactura de modelos, como la Chevrolet Blazer y la Equinox, hacia plantas de Estados Unidos a partir de 2027.
AG