El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) consideró que la posible imposición de un arancel estadunidense al tomate de 20.91 por ciento, incumpliría los principios de apertura y cooperación establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
A través de un comunicado, se detalló que este gravamen también podría distorsionar las reglas del comercio bilateral, debido a que este tipo de medidas proteccionistas debilitan la certidumbre jurídica para los productores, exportadores y consumidores de México así como de Estados Unidos.
También apuntó que esta medida provocaría que los precios de está hortaliza aumenten y se reduzca el abasto del tomate.
“GCMA considera que la continuidad del Acuerdo de Suspensión es esencial para preservar la estabilidad y competitividad del sector hortofrutícola mexicano (....), por lo que preservar el libre flujo comercial del tomate no es solo una necesidad sectorial, sino un objetivo común de interés económico, social y geoestratégico para América del Norte”, indicó.
Diálogo bilateral para libre flujo comercial del tomate
Ante este contexto, el Grupo Consultor identificó tres escenarios posibles en relación al acuerdo de suspensión con Estados Unidos.
En un primer supuesto, planteó que de imponerse de manera efectiva el arancel a partir del 14 de julio de 2025, se podría reducir el volumen exportado hasta 25 por ciento, así como provocar una caída en los precios en el campo y poner en riesgo más de 10 mil empleos directos e indirectos en el país.
Mientras que una negociación parcial, podría ocasionar que se mantengan algunas condiciones preferenciales como cuotas específicas o acuerdos bilaterales temporales.
Por lo que “este esquema mitigaría parcialmente el impacto económico, aunque aumentaría los costos logísticos y operativos”.
No obstante, la renovación del acuerdo antes de su vencimiento asegura la continuidad en el comercio y certidumbre para los productores así como de los compradores; permitiendo que la competitividad del tomate mexicano en Estados Unidos, continúe.
“México ocupa una posición estratégica como proveedor confiable, eficiente y de alta calidad para el mercado estadunidense, particularmente en productos frescos como el tomate, cuya demanda es constante y creciente”, expuso.
“Es importante destacar que el tomate es un producto perecedero y de primera necesidad, que abastece a millones de hogares estadunidenses y que depende de un flujo logístico continuo y sin trabas”, sostuvo.
En este sentido, GCMA hizo un llamado al diálogo bilateral en base a los compromisos asumidos en el T-MEC, a fin de que se renueve el acuerdo de suspensión antes del 14 de julio, ya que es necesario preservar el libre flujo comercial del tomate.
En riesgo 8 mil mdd y 50 mil empleos
El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, advirtió que de terminar el acuerdo de suspensión del tomate mexicano en el país vecino norte, se pondrían en riesgo 8 mil millones de dólares en actividad económica y 50 mil empleos.
A través de sus redes sociales, el funcionario comentó que es necesario acercar información al gobierno de Donald Trump y al Senado para que reconozcan el efecto negativo que acarrearía esta medida.
“Terminar el Acuerdo de Suspensión del Tomate mexicano en EUA, pondría en riesgo 50 mil empleos y 8 mil millones de dólares en actividad económica de esta industria”, señaló.
Moctezuma comentó que México exporta un valor de alrededor de 3 billones de dólares, mientras que en Estados Unidos la industria genera alrededor de 8 billones.
“En reunión con asesores de @akin_gump y asociaciones de productores de tomate, comentamos las importancia de continuar los esfuerzos de información para que el gobierno de EUA (Estados Unidos de América) y el Senado conozcan a fondo el efecto negativo que acarrearía esta medida”, agregó Moctezuma.
Cabe destacar que el 14 de julio vence el plazo que pidieron los productores de tomate de Estados Unidos para que el gobierno cumpla su promesa de terminar el Acuerdo de Suspensión del Tomate mexicano que se renovó por última vez en 2019.
Al terminar este acuerdo, se prevé que se le imponga un arancel del 20.9 por ciento a los tomates mexicanos.
El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), advirtió que esté gravamen podría ocasionar que aumente su precio 50 por ciento en el país vecino del norte.

KL