El colapso del banco estadounidense Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008 desató una serie de eventos que impactaron a la economía global y en México fue Agustín Carstens quien logró anticiparse a esos eventos, logrando sostener la economía del país, tan audaz fue su movimiento que algunos analistas le llamaron San Agustín.
¿Qué hizo? consiguió coberturas para los ingresos petroleros y estabilizó las finanzas públicas, algo que puede leerse sencillo pero que resulta muy complejo en medio de una crisis global.
Por ello también obtuvo el reconocimiento internacional, mismo que lo llevó a ser Gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS) el primero de diciembre de 2017 y terminó recientemente su mandato el pasado 30 de junio.

Perfil
Carstens nació en Ciudad de México en 1958, estudió Economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y luego obtuvo su maestría y doctorado en la Universidad de Chicago, su carrera inició en 1980 en el Banco de México, donde más tarde estaría a su mandato, sin embargo su salto a la escena global llegó en 2003, cuando aceptó una de las posiciones más altas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Del 1 de agosto de 2003 al 16 de octubre de 2006, Carstens fue subdirector gerente del FMI, uno de los tres altos funcionarios que reportaban directamente al director general, para después ser el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP) cuando estaba como presidente electo Felipe Calderón.

Al frente de Hacienda
Durante su gestión Carstens tomó una de las decisiones más recordadas en la historia reciente de las finanzas públicas mexicanas que fue asegurar las exportaciones petroleras del país con coberturas financieras ante una posible caída del precio internacional del crudo.
“Fue una medida poco convencional”, admitió entonces a medios.
También dijo ante un grupo de inversionistas que “el país pagó mil 172 millones de dólares en coberturas contra reducciones en el precio del crudo para 230 millones de barriles en 2010, esto es 100 millones de barriles menos que en 2009” en ese entonces.
Dicha jugada terminó generando ganancias por 8 mil millones de dólares para México cuando estalló la crisis financiera global.
En ese mismo periodo, asumió también la presidencia del Comité Conjunto de Desarrollo del Banco Mundial y una posición reservada a los ministros de Finanzas de países en desarrollo.
Otro momento marcado por Carstens, en medio de las protestas por el alza de precios de alimentos en 2007 dijo que la economía de México “se ha mostrado sólida para asimilar estas alzas”.
“Las cifras son claras y lo reitero: no ha habido un desbordamiento de la inflación y tampoco hay expectativa de que se materialice”, aseveró Carstens.

Una visión ortodoxa
El 9 de diciembre de 2009, la senadora del PRD Minerva Hernández comentó que uno de los más perfilados para ocupar ese cargo es el secretario de Hacienda Agustín Carstens, poco después lo nombraron gobernador del Banco de México, en sustitución de Guillermo Ortiz.
Sin embargo heredó un banco con inflación controlada, pero con nuevos retos tras la crisis mundial.
Desde ahí, Carstens insistió en que las economías emergentes debían fortalecerse internamente:
“Deben adoptar regímenes de comercio e inversión más abiertos, permitir que el mercado determine las tasas de interés y asegurarse de que sus bancos están preparados para manejar cambios macroeconómicos severos”, declaró en distintos foros internacionales.
También promovía reformas como la autonomía de losbancos centrales , la reducción de regulaciones laborales y una menor dependencia del ahorro externo.
En 2017, fue nombrado director general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), y fue el primer titular proveniente de un país emergente, durante su mandato impulsó la estrategia BIS 2025, que apostó por la transformación digital, la regulación de las fintech, el desarrollo de monedas digitales de bancos centrales (CBDC) y una arquitectura más sostenible para las finanzas globales.
También lideró el lanzamiento del BIS Innovation Hub y fortaleció su presencia en Asia, Europa y América. “La innovación debe ser parte de la estabilidad financiera”, decía con frecuencia.
En palabras de Carstens: “Sólo la infraestructura legal e histórica detrás de los bancos centrales proporciona una gran credibilidad al dinero. El sector cripto es una actividad financiera que realmente sólo puede existir bajo ciertas condiciones”.
El 30 de junio de 2025 dejó el cargo y fue reemplazado por Pablo Hernández de Cos, exgobernador del Banco de España. Carstens, sin embargo, no ha desaparecido del radar, pues actualmente forma parte del Consejo Asesor Internacional de la Red Global de Finanzas y Tecnología.
AG