Dibujos de niños que habitan en Gaza reflejan cómo la guerra ha transformado sus vidas desde hace dos años. Entre los testimonios, se encuentran reflejados los deseos de la infancia Palestina, que sueña con viajar y tener platos de comida llenos, e incluso, la incertidumbre del futuro.
Los testimonios ilustrados surgen mientras la guerra en Gaza entra en su segundo año, este 7 de octubre, y acuerdos de un posible cese al fuego están en puerta.

Ante ello, Ahmad Alhendawi, director de Save The Children para Medio Oriente, Norte de África y Europa del Este, dijo que los dibujos muestran lo que desean los niños.
“Cosas a las que todos los menores tienen derecho, pero a ellos se les niegan: platos de comida, educación, seguridad y un futuro”.

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la organización publicó un serial de fotografías que destacan la crisis de salud que enfrenta Gaza, recordando que desde antes del 7 de octubre de 20023 “ya existía” dicha crisis provocada por las escaladas cíclicas de violencia.
Sumado a las complejidades en el territorio está el impacto del bloqueo impuesto por Israel desde 2007, el cual “limitó la libertad de movimiento y el acceso a servicios esenciales”, así como el colapso económico y la separación de familias y amistades.
Desde 2024, madres, padres y cuidadores de las infancias gazatíes advirtieron a Save The Children que la capacidad de las niñas y niños de imaginar un futuro sin guerra prácticamente había desaparecido.

Los resultados de las encuestas realizadas por la organización señalan un deterioro “dramático” de la salud mental infantil, que consideraron “mucho peor que en escaladas anteriores de violencia”.
Los niños entrevistados presentaron manifestaciones como miedo, ansiedad, alteraciones alimentarias, enuresis (mojar la cama), hipervigilancia, problemas de sueño y cambios de comportamiento, entre ellos alteraciones en el apego con los padres, regresión y agresividad.
Este serial de dibujos corresponden a uno de los espacios amigables para la infancia en Gaza, donde las infancias pueden jugar y aprender a sobrellevar lo que están viviendo durante la guerra, así como expresar sus sueños.

Además, en los llamados “centros de atención primaria”, la organización ofrece atención psicosocial por medio de actividades que incentiven la sanación y el sentido de pertenencia.
Esto es el componente principal de las sesiones es el dibujo, ya que ayuda a que las niñas y niños puedan “procesar y expresar emociones que aún no pueden verbalizar” para favorecer su regulación emocional, autoexpresión y la comprensión cognitiva de experiencias difíciles.
Durante dos años, más de 20 mil niñas y niños han sido asesinados.
En agosto se confirmó oficialmente la hambruna en la Ciudad de Gaza y se prevé que se extienda a otras zonas de la Franja, donde se estima que 132 mil niñas y niños menores de cinco años corren el riesgo de morir por desnutrición aguda.
“Estos dos años no perseguirán a todos como muestra de nuestro fracaso colectivo en proteger a estas niñas, niños y su futuro”, afirmó Ahmad Alhendawi.

MD