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  • Cristiano Ronaldo, a punto de unirse a leyendas que hicieron historia en el Estadio Azteca

Cristiano Ronaldo se uniría al selecto grupo de leyendas que jugaron en el Estadio Azteca (Reuters)

La máxima estrella de la Selección de Portugal e ícono del futbol se mediría al Tricolor en la reapertura del ahora estadio Banorte; formaría parte de una prestigiosa lista de figuras como Pelé, Maradona, Beckenbauer, entre otros

Uno de los templos más importantes del futbol en el mundo es el Estadio Azteca, que guarda en su cancha, pasillos y vestidores historias gloriosas que escribieron auténticas leyendas y a la espera de que se haga oficial, Cristiano Ronaldo jugaría con Portugal en el mítico césped del Coloso de Santa Úrsula, para su reapertura rumbo a la Copa del Mundo de 2026, uniéndose a una prestigiosa lista de figuras.

Esto trae consigo un recordatorio de nostalgia y de alto grado de importancia, pues el ahora Estadio Banorte, no ha sido solo la casa de selecciones y clubes, sino un altar donde brillaron algunos de los futbolistas más grandes de la historia del futbol.

El posible partido entre México y Portugal, con Cristiano como estandarte lusitano, reedita una vieja tradición: el Estadio Azteca ha convertido en leyenda a quienes cruzaron su césped y lo elevaron todavía más en la memoria colectiva.

El Estadio Banorte, recinto que será tres veces mundialista, conservará su alma para la Copa del Mundo 2026 que se celebrará en México, Estados Unidos y Canadá.
El Estadio Banorte recibiría a Cristiano Ronaldo antes del Mundial 2026 (Imago7)

En el listado de estrellas que han visto acción en el histórico inmueble se pueden leer nombres como el brasileño Edson Arantes do Nascimento, Pelé; el argentino Diego Armando Maradona, los alemanes Franz Beckenbauer y Gerd Müller; o el inglés Gary Lineker.

De Pelé a Maradona: finales y capítulos que marcaron una era

Cuando Brasil y Argentina escribieron páginas imperecederas del futbol mundial, el Estadio Azteca fue testigo privilegiado. Pelé levantó su tercer título mundial en la justa de 1970, coronando una generación que muchos consideran la cúspide del jogo bonito.

Aquel partido final, Brasil 4-1 Italia, el 21 de junio de 1970, quedó escrito en la historia en letras mayúsculas. Pelé, único jugador tricampeón mundial, es también una referencia obligada cuando se evoca la mística del Azteca, pues se llevó el último trofeo Jules Rimet que la FIFA entregó, para dar paso en la siguiente justa mundial a la copa que se conoce actualmente.

Diego Maradona, por su parte, convirtió el Coloso de Santa Úrsula en un escenario de dos de los momentos más debatidos y celebrados del balompié: en los cuartos de final de 1986, su doble intervención contra Inglaterra: la llamada "Mano de Dios" y, cuatro minutos después, el "Gol del Siglo".

Ambos hitos del futbol, que trascendieron más allá del deporte, se produjeron en la cancha del entonces Estadio Azteca y catapultó a Diego Maradona y a la selección de Argentina hasta el título.

Esos minutos encapsulan la ambivalencia del genio: talento prodigioso y polémica, ambas inmortalizadas bajo la misma tribuna, que a la fecha sigue recordando aquella hazaña del "10" más importante del balompié argentino.

Diego Armando Maradona tocó la gloria en el Mundial de México 1986, justa en la que usó una playera de Argentina 'pirata', la cual consiguieron en Tepito.
La playera de Argentina de Tepito que usó Diego Armando Maradona (AFP)

​Campo de batallas europeas: Beckenbauer y Matthäus

El Estadio Azteca no fue solo escenario sudamericano: en 1970 acogió la semifinal entre Italia y Alemania Occidental que la posteridad bautizaría como el "Partido del Siglo": un 4-3 que se resolvió en tiempo extra, donde figuras como Franz Beckenbauer dejaron actos de bravura que la memoria no olvida.

Beckenbauer, que jugó aquel encuentro con una gravosa lesión en el hombro, encarna la imagen del guerrero europeo que enfrentó al calor y a la inmensa afición mexicana.

Lothar Matthäus, figura emblemática de Alemania, es hoy uno de los futbolistas más condecorados en participaciones mundialistas y acumuló 150 partidos con su selección, combinado que le permitió llevar la cinta de capitán al título mundial de 1990.

Matthäus está asociado con el Estadio Azteca principalmente por la final del Mundial de México 1986, donde, como jugador de la selección alemana, intercambió su camiseta con Diego Maradona al descanso.

Diego Maradona evade una entrada de Lothar Matthaus el 29 de junio de 1986.
Diego Maradona evade una entrada de Lothar Matthaus el 29 de junio de 1986. (AFP)

​Como dato curioso, en 2022, Matthäus devolvió esa camiseta a Argentina como un gesto que preserva la historia del futbol, la cual fue recibida por la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y es considerada una reliquia que se debe preservar.

Goleadores y rematadores: Zico, Gerd Müller, Gary Lineker

Si el Azteca es memoria, buena parte de esa memoria está hecha de goles. Gerd Müller, ariete implacable de Alemania Occidental, llegó a firmar 68 tantos en 62 encuentros internacionales, registros que durante décadas fueron sinónimo de voracidad dentro del área. Su olfato goleador, también visible en Clásicos y giras internacionales, dejó huella en estadios como el Azteca cuando enfrentaba selecciones sudamericanas o equipos de exhibición.

La hazaña de Gerd Müller en el Mundial de México 1970 fue su excepcional capacidad goleadora, que le valió la Bota de Oro como máximo anotador del torneo. El Bombardero de la Nación anotó la impresionante cifra de 10 goles en tan solo seis partidos disputados, un promedio de más de un gol por encuentro y el Coloso de Santa Úrsula fue testigo de ello.

Su instinto depredador fue crucial para que Alemania Federal alcanzara las semifinales, marcando tripletes consecutivos contra Bulgaria y Perú en la fase de grupos, un logro que pocos han igualado. Aunque su equipo cayó en el épico "Partido del Siglo" ante Italia, los 10 goles de Müller establecieron un récord para un solo torneo que permaneció durante décadas y solidificaron su estatus como uno de los mejores delanteros de la historia.

La elegancia y letalidad inglesa en el césped mexicano

En el Mundial de México 1986, Gary Lineker emergió como la figura goleadora de Inglaterra y del torneo. Pese a que la selección inglesa tuvo un inicio lento, Lineker demostró su habilidad para estar en el lugar correcto en el momento preciso, destacando con un impresionante hat-trick en el crucial partido de fase de grupos contra Polonia.

Esta actuación no solo revivió las esperanzas de su equipo, sino que también lo catapultó a la cima de la tabla de goleadores, un lugar que mantendría hasta el final del torneo.

La hazaña de Lineker alcanzó su punto culminante en los cuartos de final contra Argentina, un partido que quedaría grabado en la historia por la famosa "Mano de Dios" y el "Gol del Siglo" de Diego Maradona. A pesar de la derrota de Inglaterra, Lineker logró marcar un gol en ese encuentro.

Gary Lineker fue suspendido por la BBC
Gary Lineker (Reuters)

Con un total de seis goles, se aseguró la Bota de Oro del Mundial, convirtiéndose en el primer y único jugador inglés en conseguirlo hasta la fecha. Su capacidad depredadora en el área y su inteligencia para el desmarque lo consolidaron como uno de los delanteros más letales de su generación y una de las figuras que brillaron en la cancha del estadio Azteca.

Reapertura, memoria y la siguiente generación

La intención de traer a Portugal y a Cristiano Ronaldo como figura central para la reapertura del estadio, hoy comercialmente llamado Banorte, pero históricamente conocido como Azteca, no es solo un guiño de marketing; es una operación simbólica que liga el presente con un pasado inundado de gestas. Cristiano, a su manera, representa la continuidad de las mega estrellas internacionales que, como Pelé, Maradona, Beckenbauer, Müller o Lineker, han convertido visitas a México en episodios que trascienden el resultado deportivo.

A pesar de no haber un anuncio oficial, pero con la reciente calificación de Portugal a la Copa del Mundo de 2026, el "secreto a voces" ha sido recibido con entusiasmo por muchos sectores, aunque la realización del partido ha transitado entre certezas y condicionamientos del calendario FIFA y del proceso clasificatorio de selecciones, por lo que el tema ha sido tratado con cautela.

El futbolista portugués, Cristiano Ronaldo podría jugar su último Mundial con Portugal en 2026.
Cristiano Ronaldo podría jugar su último Mundial con Portugal en 2026 (Reuters)

Para la memoria colectiva

Reabrir el estadio y convocar a figuras contemporáneas cumple dos funciones claves: reactivar el legado patrimonial del lugar , un museo vivo de grandes partidos y anécdotas futbolísticas, y ofrecer a nuevas generaciones la oportunidad de entender en directo por qué esos nombres y esos momentos siguen alimentando la mitología del deporte.

Además, cada visita internacional permite actualizar registros estadísticos y narrativos: comparar la intensidad de un clásico de los 70 con la dimensión mediática de un partido del siglo XXI enseña tanto sobre evolución táctica como sobre economía del futbol.

El Coloso no es un simple escenario de encuentros; es un archivo corporal donde disciplinas, registros y emociones quedan selladas en la memoria colectiva y Cristiano Ronaldo estaría cerca de plasmar su presencia en los registros donde aún vive el recuerdo de las botas de Pelé, la zancada de Maradona en 1986, la resistencia de Beckenbauer en 1970, la puntería de Gerd Müller o las definiciones de Lineker.


RGS

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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