Muchas veces, los productos saludables suelen tener precios más elevados, lo que obliga a muchos consumidores a optar por alternativas con menor valor nutricional. Esta diferencia de costos complica mantener una alimentación equilibrada sin que el gasto familiar aumente de manera significativa.
Por ello, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) compartió una receta económica para preparar pan integral casero, un alimento básico en cualquier despensa. Con ingredientes accesibles y un proceso sencillo, en MILENIO te compartimos cómo prepararlo.
¿Por qué es bueno consumir pan inegral?
El pan integral es una alternativa accesible y nutritiva que aporta fibra, energía sostenida y una mejor digestión, convirtiéndose en un aliado para quienes buscan cuidar su salud sin invertir demasiado. Su consumo regular ayuda a equilibrar la dieta y a mejorar el bienestar general.
Beneficios del pan integral:
- Favorece la digestión gracias a su alto contenido de fibra.
- Mantiene la saciedad por más tiempo y ayuda a controlar el apetito.
- Contribuye a regular los niveles de glucosa en sangre.
- Aporta vitaminas del grupo B y minerales esenciales.
- Apoya la salud cardiovascular al ser bajo en grasas saturadas.
- Incluye nutrientes como fibra soluble, antioxidantes y fitoquímicos, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
Beneficios de preparar pan en casa
En colaboración con Mónica Mannion, la Profeco difundió una receta de pan integral a través de la Revista del Consumidor, destacando su practicidad y su bajo costo. Esta propuesta busca impulsar opciones caseras más saludables y accesibles para cualquier hogar.
La preparación requiere aproximadamente dos horas y media, ofrece una caducidad de hasta cinco días y tiene un costo promedio de 52 pesos. Gracias a su sencillez y rendimiento, se convierte en una alternativa ideal para quienes buscan ahorrar sin sacrificar calidad.
Receta de pan integral de caja
Ingredientes
Para la masa
- 300 g de harina de trigo
- 200 g de harina integral de trigo
- 2 cucharaditas de sal
- 95 ml de leche
100 g de mantequilla sin sal
Para la levadura
- 1 sobre de levadura de 11 g
- 200 ml de agua tibia
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 2 cucharadas de azúcar
Para decorar el pan
- 1 cucharada de ajonjolí
- 1 cucharada de semillas de linaza
- 5 ml de leche
Para el molde
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharada de harina de trigo
Procedimiento
- En un tazón pequeño mezcla el agua, las dos cucharadas de harina, el azúcar y la levadura hasta disolver.
- Cierne las harinas y forma una fuente; añade sal, leche, mantequilla y la mezcla anterior. Amasa 10 minutos.
- Dale forma redonda a la masa y coloca la parte de abajo hacia dentro; ponla en un tazón.
- Tapa el tazón con un trapo húmedo y deja reposar en un lugar tibio de 45 minutos a 1 hora.
- Coloca harina sobre la superficie y aplana la masa; golpéala contra la mesa para quitarle el aire.
- Reparte ajonjolí y linaza sobre la masa; enróllala, divídela en dos partes y forma una bola con cada una.
- Engrasa y enharina el molde; coloca ambas bolas de masa dentro.
- Tapa el molde con un trapo húmedo y deja reposar en un lugar tibio hasta que la masa duplique su tamaño.
- Barniza con un poco de leche y espolvorea ajonjolí y linaza al gusto.
- Precalienta el horno a 220 °C y hornea 15 minutos; después baja a 190 °C y hornea 30 minutos más.
- Retira el pan del horno, deja reposar 5 minutos, desmolda y enfría por completo en una rejilla para evitar que se apelmaze.
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