La moda en la Ciudad de México tiene su propio circuito fuera de las pasarelas convencionales.
Uno de los proyectos que más ha empujado esa corriente es Acciones de Moda, una iniciativa de Momoroom, agencia de producción cultural conocida por experimentar con los límites entre arte, performance y moda.
Su cuarta edición arranca este 15 de octubre y, fiel a su espíritu, no se presenta como una “semana de la moda”, sino como una serie de acciones artísticas que se extenderán por dos meses.

Ket Void: vestir la tensión
La primera acción llega con la firma Ket Void, creada en 2014 por la diseñadora Lorena Vega en la Ciudad de México.
Desde sus inicios, la marca ha explorado la subcultura, la noche y la sexualidad como motores de expresión, más cerca del arte corporal que de la moda comercial.
El proyecto —cuyo nombre nació del username que su amiga y musa Angela de Serna usaba a inicios de los 2000— funciona como una forma de exteriorizar procesos internos, ideologías e imaginarios personales.
La pieza: entre el dolor y la restricción
Para esta edición, Ket Void presenta una pieza que lleva al extremo su exploración del cuerpo.
Se trata de un vestido hecho de metal, caucho, candados y llaves, una estructura que confronta ideas de incomodidad, placer y contención.
La obra se exhibirá en un cuarto oscuro del Hotel Reforma (Reforma 109, Juárez, CDMX) y permanecerá abierta al público hasta el 26 de octubre.
El programa incluye exposiciones, una obra de teatro, un video coreográfico y otras intervenciones abiertas al público.
Crear desde la inestabilidad
El trabajo de Vega parte de un punto muy concreto: construir con lo que hay. Desde un país donde la industria de la moda independiente aún enfrenta limitaciones, Ket Void transforma esa precariedad en un recurso creativo.
Cada etapa de la marca refleja las búsquedas personales de su fundadora: la adaptación al caos citadino, la experimentación con materiales y la pregunta constante sobre cómo el cuerpo habita el espacio.
Acciones de Moda, impulsada por la agencia Momoroom, retoma ese mismo espíritu: abrir espacios de experimentación para diseñadores y artistas que operan fuera del circuito tradicional de la moda mexicana.