En el extremo noreste de México existe un punto costero que desde hace décadas se ha mantenido como referencia turística para la región fronteriza. Su ubicación estratégica, su identidad cultural y la reciente atención generada por actividades tecnológicas cercanas han colocado a este litoral como un sitio donde convergen distintos intereses sociales y recreativos.
Playa Bagdad forma parte esencial de la vida económica, turística y cultural de Matamoros, en Tamaulipas. En las últimas horas, su nombre ha sido tendencia nacional luego de que presuntamente una empresa contratada por el gobierno de Estados Unidos colocó 11 letreros en territorio mexicano prohibiendo la entrada no autorizada a esta zona, mismos que fueron retirados por la Semar tras las denunicias.
¿Dónde se encuentra Playa Bagdad y por qué es un punto fronterizo clave?
Playa Bagdad se localiza aproximadamente a 40 kilómetros al este del municipio fronterizo de Matamoros, en Tamaulipas en la zona donde el río Bravo desemboca en el Golfo de México. Su posición la convierte en una playa fronteriza con Estados Unidos a solo unos minutos de distancia por carretera, lo que permite un intercambio constante de visitantes.
Durante los periodos vacacionales, es común la llegada de turistas provenientes del sur de Texas, quienes cruzan por los puentes Brownsville–Matamoros y recorren alrededor de 45 minutos para llegar al litoral tamaulipeco. Esta dinámica genera un flujo económico importante para prestadores de servicios, comerciantes y trabajadores de la zona.
¿Cómo llegar a este destino turístico de Tamaulipas?
El acceso a Playa Bagdad está diseñado para facilitar la llegada de visitantes nacionales y extranjeros. Desde Matamoros, el trayecto en automóvil se realiza por la carretera Matamoros–Playa Bagdad (Carretera Estatal 2), con un tiempo promedio de 35 a 45 minutos.
En temporadas altas suelen habilitarse rutas de transporte público que conectan distintos puntos de la ciudad con el área turística.
Para los viajeros procedentes de Texas, el camino también es directo: basta con cruzar la frontera por Brownsville y continuar hacia la costa mexicana. La vía se encuentra pavimentada y señalizada, lo que permite un acceso sencillo para quienes visitan por primera ocasión.
Atractivos y actividades en Playa Bagdad
Playa Bagdad ha consolidado una oferta variada que atrae a todo tipo de visitantes, desde familias en busca de descanso hasta grupos que prefieren un ambiente festivo. Entre los principales atractivos se encuentran:
- Zona gastronómica y palapas
A lo largo de la costa se distribuyen restaurantes y palapas donde es posible disfrutar mariscos frescos, pescados fritos y bebidas típicas del litoral. La gastronomía local es uno de los mayores atractivos entre los turistas.
- Pesca recreativa y deportiva
Gracias a su cercanía con la desembocadura del río Bravo, este punto es ideal para la pesca. Los fines de semana suelen reunirse grupos enteros para realizar esta actividad.
- Música y tradición cultural
Playa Bagdad ha sido escenario de eventos culturales y presentaciones musicales como el Festival del Mar.
Figuras icónicas como Rigo Tovar, orgullo matamorense, están profundamente ligadas a la memoria colectiva de este espacio. Hasta artistas contemporáneos originarios de la ciudad, como los integrantes de División Minúscula, continúan reforzando la identidad cultural de Matamoros en el ámbito musical.
- Dunas naturales y miradores
El paisaje ofrece áreas para recorrer las dunas, apreciar el amanecer y tomar fotografías, especialmente atractivas en temporada invernal.
¿Por qué Playa Bagdad se ha convertido en un mirador informal de SpaceX?
En los últimos años, Playa Bagdad comenzó a recibir visitantes interesados en observar a la distancia los lanzamientos de cohetes de SpaceX, realizados desde Boca Chica, Texas.
Aunque los despegues ocurren del lado estadounidense, los destellos, el ruido y las estelas pueden apreciarse desde la playa en ciertos lanzamientos, generando una nueva actividad turística asociada al fenómeno aeroespacial.
Preocupación ambiental: la labor de Conibio Global
La presencia de restos provenientes de actividades aeroespaciales ha despertado inquietudes entre organizaciones de la región.
La asociación civil Conibio Global, con sede en Matamoros, ha reportado hallazgos de fragmentos metálicos y material industrial en las costas, presuntamente relacionados con pruebas o despegues de SpaceX.
El grupo ha señalado impactos en la fauna marina y ha documentado animales muertos que podrían vincularse a estos residuos, aunque las investigaciones continúan. Su labor ha impulsado un debate sobre la protección del ecosistema costero y la necesidad de un monitoreo constante.
Extranjeros instalan anuncios ilegales en zona ecológica de Playa Bagdad en México
Otro hecho reciente ocurrió cuando varios ciudadanos estadounidenses colocaron anuncios sin autorización en la zona de Playa Bagdad.
La Secretaría de Marina acudió al sitio para retirar la señalización, ya que su instalación violaba la normatividad nacional y carecía de permisos. El incidente generó conversación pública sobre la importancia de proteger la soberanía y el orden en esta franja costera.
Luego de la colocación de letreros en territorio mexicano por parte de Estados Unidos, la Secretaría de Marina informó que se llevarán a cabo revisiones para esclarecer el incidente mientras que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum dio a conocer que se trató de una falla en la delimitación territorial.
Playa Bagdad, donde inicia la frontera entre México y los Estados Unidos
Ahí, justo donde Estados Unidos y México comienzan a distanciarse, no hay casetas, ni bardas, ni filas: sólo una soledad que desconcierta. El camino se desmorona en arena y de frente se levanta el Golfo de México, con su oleaje espeso color café.
La playa es dura, casi pétrea, y permite avanzar pegado al mar rumbo al sur. En algún punto, sin aviso, se esfuma México y comienza Estados Unidos. Ahí es justo donde desemboca el Río Bravo, el limite natural entre las dos naciones.
El agua dulce del Bravo se mezcla con la sal del Golfo. Entre dos franjas de arena maltratada corre un espejo turbio, angosto, que difícilmente supera los 30 metros, de acuerdo con información de visitantes hasta este punto de la frontera.
¿Por qué se llama Playa Bagdad?
Playa Bagdad —que con los años cargó varios nombres antes de quedarse con este— guarda una leyenda: soldados estadounidenses habrían bautizado así sus dunas porque les recordaron rincones de la antigua Mesopotamia. Era la época de la guerra entre México y Estados Unidos, detonada en 1846 por la ambición territorial de Washington y sellada en 1848 con un tratado que fijó la frontera actual.
Aunque Matamoros ya tenía un puerto fluvial, para 1850 existía ya un puerto en la desembocadura del Bravo que adoptó el nombre de Bagdad. Años después, el gobernador Ramón Guerra estableció ahí una zona de libre comercio que Juárez ratificaría en 1861. Aquella franja de arena se volvió un hervidero económico: mercancías que llegaban del mundo entero, barcos entrando y saliendo, capitales que se consolidaban en Matamoros.
El puerto movía lo que hoy cuesta imaginar: vino europeo, pianos, máquinas de coser, telas finas, carruajes, metales, maderas. Del interior del país y del extranjero bajaban café, ixtle, especias, vainilla, aguardientes. Hasta 15 000 habitantes construyeron allí sus casas de madera, desafiando al terreno arenoso.
Rigo Tovar rebautizó a Playa Bagdad... pero no se concretó
El nombre sobrevivió a saltos. Durante décadas la playa principal de Matamoros se llamó Lauro Villar, luego Playa Bagdad, después Costa Azul en homenaje a Rigo Tovar y, finalmente, desde 2017, volvió a su denominación original.
La gente la sigue llamando simplemente Bagdad, quizá porque ningún otro nombre alcanza a contener lo que aquí se mezcla: historia, frontera, mar, abandono y un pasado que a ratos parece ficción.