El último Censo Agropecuario del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), realizado en 2022, reveló que en ese momento 16% de la ganadería en México estaba en manos de mujeres.
Sin embargo, para 2025 la Asociación de Mujeres Ganaderas de México (Mugam) estima que el porcentaje ya aumentó a 19%, cifra que sigue en ascenso conforme las productoras salen de la sombra que durante años representó el dominio masculino en el sector primario.
Tal como ocurre en otros oficios y profesiones, hay sectores con una marcada mayoría de hombres, especialmente aquellos que demandan esfuerzo físico y resistencia.
En ese entorno, la incursión femenina en la ganadería representa un desafío cultural que avanza a contracorriente, pero con paso firme.
De La Laguna para todo México
Naneth Molina Lizárraga, presidenta nacional de Mugam, informó que en tres años de labores la asociación ha registrado cerca de 5 mil mujeres ganaderas en 26 estados del país.
El 80% de ellas proviene de zonas rurales con menos de 500 habitantes, dedicadas principalmente a la producción de bovino de carne, bovino de leche y especies menores.
Esta asociación nació en la región lagunera y actualmente agrupa a productoras de todas las vocaciones ganaderas: desde exportadoras hasta productoras de traspatio, grandes acopiadoras, engordadoras y pequeñas criadoras.
“La asociación busca vincular, visibilizar y estimular la participación de la mujer ganadera para que tenga voz y voto en las principales uniones y asociaciones”, explica Molina Lizárraga.
“Actualmente tenemos una membresía cercana a las cinco mil productoras. Nuestro objetivo es la visibilización y vinculación de la mujer en la ganadería, que aunque sigue siendo minoritaria frente al hombre, ya representa 19% de la producción nacional. Sabemos que hay muchas más que no son tomadas en cuenta”, señaló.
Sin datos precisos por invisibilidad
Molina Lizárraga reconoce que no existe un registro exacto de mujeres dedicadas a la ganadería, pues muchas no aparecen en los censos al no tener propiedad de la tierra o una unidad de producción rural a su nombre.
Esa situación, afirma, podría cambiar con la creciente presencia femenina en los consejos, uniones y confederaciones ganaderas.
En la región lagunera tampoco hay cifras concretas, aunque se calcula que existen alrededor de 250 mujeres activas en la ganadería, entre empresarias y productoras de traspatio, con fuerte presencia en San Pedro de las Colonias, donde predominan el manejo de borregos y chivas.
“El censo nacional se pierde muchas veces porque el ganado está a nombre del marido o de algún hijo, sobre todo en áreas ejidales. Hay mucha lechería de traspatio manejada por mujeres. Liconsa tiene un gran programa en La Laguna que acopia leche para deshidratar, y muchísimas de las productoras son mujeres”, explicó.
Un espacio de identidad y capacitación
La Asociación de Mujeres Ganaderas de México integra a productoras de bovino de carne, bovino de leche, ovinocultoras, caprinocultoras, exportadoras, acopiadoras, avicultoras, porcicultoras, criadoras de razas puras, médicas veterinarias zootecnistas y productoras de especies menores, de todos los sectores: pequeña propiedad, sociedades de producción rural y ejidos.
Al integrarse a la asociación, las mujeres ganaderas acceden a beneficios de identidad, capacitación y acceso a información sobre políticas públicas, programas de apoyo y esquemas de financiamiento que fortalecen su desarrollo.
Romper paradigmas en Coahuila
Salma Benavides, exportadora de ganado en el norte de Coahuila, afirma que en los últimos cinco años ha sido testigo del cambio cultural que empieza a desmantelar la idea de que la ganadería es “solo para hombres”.
“La mujer ha estado presente en la ganadería desde tiempos bíblicos, pero hasta ahora se le está dando el lugar en los espacios decisivos”, señala la copropietaria de Ranchos 3 Benavides, corrales de acopio para exportación y engorda de ganado.
Benavides considera que Coahuila es un estado con apertura para que las mujeres ganaderas se desarrollen y ganen visibilidad, aunque todavía son pocas las que aprovechan programas como el de Mejoramiento Genético.
“Todavía existe ese paradigma de que la ganadería es para hombres. En Mugam tenemos el reto de dar visibilidad a las mujeres del campo. Es un desafío cultural, pero también una oportunidad para que las ganaderas caminen acompañadas, preparadas y fuertes para ejercer su labor con seguridad”, agregó.
Una red en formación
Actualmente, Mugam Coahuila se encuentra en proceso de crecimiento y cuenta con 28 mujeres afiliadas. “Estamos en una incubadora y apenas se está fortaleciendo el núcleo”, explicó Benavides.
Carina de los Santos, titular de esta asociación en Coahuila y propietaria de Ganadería Cimarrón, dedicada a la cría de sementales de raza en San Buenaventura, destacó que la mujer siempre ha participado en el campo, aunque tradicionalmente al lado del esposo, padre o hermano, sin reconocimiento propio.
“Tengo el honor de conocer a muchas mujeres valientes que alzan la voz para ser reconocidas. Esta es una generación que comienza a abrir camino, y dejamos un puente para que las siguientes tengan más facilidades y políticas públicas con presencia femenina en las asambleas”, señaló.
Hasta 15 mil mujeres ganaderas en Coahuila
Con base en los registros de la Unidad de Producción Pecuaria (UPP), De los Santos estima que entre 12 y 15 mil mujeres en Coahuila se dedican a alguna actividad ganadera.
“El mayor reto es la capacitación y el impulso educativo. No es fácil integrarse a un grupo de hombres. Queremos que ellos vean que no está mal que la mujer se involucre, o que las hijas puedan tomar la batuta del padre. Hemos vivido muchos años en el mundo ganadero sin tener voz”, expresó.
Así, Mugam mantiene su objetivo de unir al mayor número de mujeres del gremio para informar, incentivar y alinear su participación con las políticas públicas, promoviendo su inclusión en uniones y asociaciones ganaderas locales.
Participación femenina en consejos ganaderos
En 2024, el Senado aprobó la reforma a la Ley de Organizaciones Ganaderas para garantizar la participación equitativa de género en instancias de toma de decisiones.
Gracias a ello, por primera vez hay consejeras en la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG).
“Las mujeres siempre habíamos participado, pero nunca en la toma de decisiones. Al principio no sabían dónde ponernos; enfrentamos machismo y exclusión, pero demostramos con trabajo nuestra capacidad. Por primera vez en México, en la CNOG hay consejeras”, destacó Naneth Molina.
Ese mismo año, la Comisión de Ganadería —presidida por la diputada María del Refugio Camarena Jáuregui— aprobó un dictamen para reformar y adicionar diversas disposiciones de la ley, incorporando términos como personas, integrantes, ganaderas, productoras, asociadas, afiliadas, criadoras y afectadas, con el fin de reconocer explícitamente la presencia de las mujeres en el sector.
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