Una mujer de la tercera edad camina apoyada con un bastón frente al Cetis 78 “Joaquín Flores Treviño”, de la colonia Tampico-Altamira, y al ver a los reporteros que buscan darle seguimiento al caso de violencia ocurrido el miércoles en el interior del plantel, se detiene, observa y dice en voz alta: “dos maestros 'cuchiliaron' a los estudiantes”.

“Cuchiliar”, que dentro de la jerga popular mexicana puede significar azuzar o provocar a alguien para que ataque, es lo que opina la vecina de la tercera edad de la calle General Lázaro Cárdenas del Río, de este sector altamirense, como si supiera algo que otros no.
El miércoles por la tarde, después de las 14:00 horas, el interior de la escuela ubicada entre las calles Benito Juárez y Vicente Guerrero se hizo viral por los videos que exhiben a estudiantes destrozando ventanas y golpeando al maestro Julio César Barrón, su director, como si fuera su peor enemigo. Este jueves el plantel estuvo en total calma, porque no hubo clases, aunque sí reinó el hermetismo.
Ayer jueves, cerca de las 10 de la mañana, dos unidades de la Guardia Nacional llamaron la atención de los encargados de una frutería ubicada frente a la institución, de la señora de los tacos de canasta de la esquina y de los automovilistas.
Los elementos de seguridad no iban de paseo, tenían la encomienda de cuidar a funcionarios de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial en Tamaulipas (DGETI) a su llegada al Centros de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios (Cetis).

La persona que se detuvo de todo el contingente que se disponía a entrar al plantel fue Olegario Muñiz Cura, comisionado responsable de la DGETI en Tamaulipas, quien aseguró que acudía a una reunión con los maestros y, posteriormente, con los padres de familia de los bachilleres.
Antes de seguir su camino, apurado hacia el interior del plantel, una declaración del funcionario hizo recordar las palabras de la señora de la tercera edad que apenas podía caminar ayudada con un bastón: “se habla de dos docentes que pudieron haber incitado a los alumnos a que cometieran toda la violencia”.
Es decir, en la investigación inicial se está buscando fincar una responsabilidad en adultos, trabajadores del Cetis que pudieron iniciar todo, ya que, en este caso, “si se comprueba que puede ser una inducción, los estudiantes no son los responsables directos”.
Tras una entrevista de apenas tres minutos, el representante de la DGETI en Tamaulipas siguió su camino para encabezar la reunión, acompañado del Director General, el Director de Operación y el Área Jurídica, una comisión que llegó desde la Ciudad de México, luego de que los videos de la agresión dieran la vuelta al país.
A través de redes sociales, desde donde se mostró la forma en que la violencia dentro del Cetis 78 se hizo pública porque muchos de los estudiantes tienen un smartphone con internet, la Secretaría de Educación Pública (SEP) manifestó que “conforme a protocolos institucionales, se realizará una investigación sobre la actuación del personal directivo del plantel”.
Otro dato que hizo público la SEP fue la realización de una jornada nacional para la erradicación de la violencia contra las adolescentes en todo el sistema de bachillerato nacional, aunque el problema solamente se registró en el Cetis 78 de la colonia Tampico-Altamira.
El inicio de la pelea
Fueron los mismos estudiantes, con sus videos publicados en plataformas como Facebook, TikTok, Instagram y YouTube, los que “sin querer” se encargaron de documentar cronológicamente la forma en que estalló la violencia dentro del plantel público.

Todo comenzó el pasado miércoles por la tarde en la explanada de la institución, frente al Edificio Administrativo, donde el director Julio César Barrón tenía un micrófono en mano y respondía cuestionamientos de sus estudiantes, la mayoría de ellos mujeres, en una especie de audiencia pública.

Le cuestionaron los motivos por los cuales fue dado de baja del Cetis 22, un plantel semejante que se encuentra en Tampico. Luego, un par de jovencitas lo encararon, expusieron temas como corte de cabello y presunto acoso, y el director, tranquilo, solamente dijo que había elementos de la Policía Estatal afuera del plantel.
Segundos después de ese ejercicio, que parecía una especie de juicio, los mismos jóvenes juzgaron al director. Primero comenzaron a aventarle botellas de agua y posteriormente se abalanzaron a patadas, con agresiones puntuales en diversas partes del cuerpo.

Los datos oficiales detallan que el director, luego de los hechos que le dieron la vuelta al país en los noticieros nacionales, decidió interponer una denuncia por lesiones dolosas ante la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT), que este jueves acudió a las instalaciones a realizar investigaciones.
El director no estuvo presente en las reuniones realizadas con los directivos de la DGETI en Tamaulipas este jueves, con la comisión nacional y los padres de familia, ya que permaneció en su casa recuperándose de los golpes que le dieron sus estudiantes, a quienes se supone debe dirigir dentro del Cetis 78.
Reunión interminable
Los funcionarios de la DGETI llegaron a las 10 de la mañana aproximadamente. Primero se reunieron con los maestros y personal administrativo; después, con los padres de familia de los diversos grados. Por ello, los jefes de familia de algunos estudiantes involucrados en las agresiones y otros afectados comenzaron a llegar en el transcurso de la mañana y la tarde.

Después de la 1 de la tarde comenzaron a llegar los padres de familia y salieron los primeros entre las 2 y 3, la mayoría no quería decir nada sobre lo que se habló en dicho encuentro y siguieron su camino.

Otros, al ver las cámaras, se tapaban la cara o fingían hablar por celular para alejarse lo más pronto posible.
El señor Juan Manuel Dorado, padre de familia de una estudiante de quinto semestre, acudió a la reunión con cierta sorpresa, al considerar que es una institución con muy buena reputación, algo por lo cual decidió inscribir ahí a su hija.

Sin dar detalles, aseguró que lo único que pide a las autoridades es “seguridad para nuestros hijos” y que luego de los bochornosos acontecimientos se pueda hacer una investigación a fondo con la finalidad de dar con los responsables.
En un momento en que la reunión con papás llevaba más de dos horas, llegó una madre que no proporcionó su nombre, pero aseguró que su hija era una de las afectadas, víctima de un caso de acoso dentro del plantel.
La mujer comentó que un entrenador de fútbol acosó sexualmente a su hija y que ya estaba preparada para tomar medidas, porque “le repegó el pene por detrás” a su hija. La mujer ya no quiso decir nada más y se fue, se metió a la reunión con autoridades de la DGETI.
Protesta 6 días antes de la violencia
Hace seis días exactamente, frente a las instalaciones del Cetis 78, Ricardo Antonio y Luis Gabriel Lara Torres, hermanos que laboran dentro de la institución, dieron declaraciones para señalar presunto acoso laboral del director.
“Sufrimos acoso laboral del actual director Julio César Barrón, estábamos en la explanada de la institución y el director llegó con dos elementos de la Policía Estatal”, señalaron los quejosos en un video publicado en el medio Infográfico del Sur.
En dicho video, los hermanos destacan el acoso de un entrenador de fútbol de un equipo femenil de la escuela, el cual es señalado por tres estudiantes y que supuestamente “el director está encubriendo”.
Es decir, días antes estos dos trabajadores de la institución aseguraron que tenían miedo de que algo les pudiera pasar, pero también hay que decir que participaron en la movilización de alumnos que detonó los actos vandálicos y los golpes contra el director, ya que aparecen en los videos.
Más golpes en otro bachillerato
La noche del miércoles, ahora en el Centro de Estudios Tecnológicos, Industriales y de Servicios (Cetis) 22 en Tampico, también apareció en el mapa de la violencia de la noche a la mañana.
Aunque los hechos se suscitaron en la calle aledaña al plantel ubicado en la colonia Las Américas, en la zona norte de la ciudad, se pudo observar una riña entre estudiantes con uniformes del plantel y otros muchachos que iban de civil.

Los jóvenes pelearon en medio de un círculo de estudiantes uniformados con pantalón gris y camisa blanca, con vivos en guinda, que motivaban a los peleadores urbanos a través de gritos.
Todo quedó grabado en videos tomados con celular, un poco pixelados por ser de noche, pero que aun así demuestran la violencia que crece en los entornos educativos.
Como las autoridades educativas no hacen nada para detener los brotes de violencia afuera de la escuela, tuvieron que ser elementos de la Guardia Estatal quienes llegaron a la refriega adolescente.
Sin embargo, cuando los jóvenes escucharon la torreta, se dispersaron por las calles oscuras, como los bichitos que se esconden cuando prendes la luz.
JETL