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  • Huachicol carretero: la evasión de peaje que 'chupa' 3 mil 800 mdp al año

La AMCIV advierte que el problema compromete la seguridad, ingresos y mantenimiento carretero. | Foto: EFE

Evitar el pago de casetas convive con protestas, lo que provoca pérdidas millonarias y también puede dejar sin cobertura en caso de accidente.

El huachicol carretero dejó de ser un secreto a voces para convertirse en un deporte nacional no oficial: evadir peajes sin pagar un peso, una práctica que deja pérdidas anuales que la Asociación Mexicana de Concesionarios de Infraestructura Vial (AMCIV) estima en 3 mil 833 millones de pesos.

¿Cómo se da el “huachicol carretero”?

Marco Frías, director general de la asociación que agrupa a las 14 empresas concesionarias de autopistas más importantes de México, explicó que en las casetas de cobro enfrentan dos formas de “huachicol carretero”.

Una de ellas son las tomas de casetas por grupos sociales como medida de presión económica, durante la cual permiten el libre paso de automovilistas; la otra se da de manera más descarada, cuando los automovilistas levantan la pluma para usar una vialidad sin pagar, como si la infraestructura fuera un buffet libre.

Sobre la toma de casetas, la AMCIV estima pérdidas de 7 mil millones de pesos entre 2019 a 2021, es decir, 2 mil 333 millones de pesos anuales en promedio.

El ejemplo más reciente de este tipo de prácticas ocurrió el 27 de octubre, durante el paro nacional de productores agrícolas que se extendió por cinco estados. 

Ese día, agricultores de maíz, hartos de un precio de garantía que no alcanza ni para cubrir los costos de producción, tomaron 13 casetas y bloquearon 12 tramos carreteros. No pidieron dinero a los automovilistas: dejaron pasar a todos. El golpe estaba dirigido a otro lado.

Bloqueos casetas
La AMCIV estima pérdidas de 7 mil millones de pesos entre 2019 a 2021. | Foto: Jorge González

La estrategia es vieja, pero la ejecución no asombra. Llegaron con tractores, camionetas y guardias por turnos. Instalaron campamentos improvisados, suspendieron el cobro, aseguraron el paso libre y mantuvieron puntos como Ecuandureo, Panindícuaro y Zinapécuaro bajo control durante días. No necesitaron violencia; les bastó ocupar los nodos correctos para forzar negociaciones federales.

Marco Frías explicó que esta práctica suele estar focalizada, y reveló que la evasión por parte de particulares va en aumento.

"Puede estar ya muy localizado en ciertas regiones, pero es mucho menos constante que en esos años que mencioné anteriormente, donde estamos enfrentando una problemática más importante, que es justamente con la evasión de peajes, sobre todo en lugares como la Ciudad de México y Edomex.
“En el caso de la evasión de peaje, estamos hablando de pérdidas de mil 500 millones de pesos al año”, dijo en entrevista.

¿Cuáles son los riesgos de la evasión de peaje para usuarios y concesionarias?

Con este nuevo fenómeno, el huachicol carretero alcanza los 3 mil 833 millones de pesos anuales, que deberían estar destinados para el mantenimiento de 5 mil kilómetros de autopistas en todo el país.

MILENIO constató esta práctica en los accesos al segundo piso del Periférico Norte. Los campeones del “pase libre” son, sobre todo, choferes de transporte público mexiquense que no solo evaden el pago, sino que ponen en riesgo a quienes llevan a bordo. No es metáfora: en caso de accidente, el seguro no cubre nada si no existe comprobante de peaje.

“Si estos vehículos evaden peaje y tienen un incidente y no comprueban el pago, el seguro no se hace cargo”, aclara el directivo.
Crisis carretera


Los focos rojos están bien marcados: el Circuito Exterior Mexiquense, los accesos al segundo piso capitalino y entidades como Sonora. De ahí que la actualización de leyes y el uso de tecnología—como identificación automática de placas—ya no sea un lujo, sino un salvavidas.

“El uso de la tecnología y la necesidad de que la regulación le dé más herramientas a las autoridades para desincentivar este tipo de conductas”, insiste Frías.

La Asociación Mexicana de Concesionarios de Infraestructura Vial no solo suma pérdidas económicas. Documenta también choques, atropellamientos y agresiones contra su propio personal por parte de quienes convierten la evasión en rutina.

La solución, dicen, no llegará de un solo lado: hará falta una coordinación real con autoridades antes de que el “huachicol carretero” siga cobrándose vidas sobre el asfalto.

Dos fenómenos, una misma señal

Las tomas campesinas y el huachicol carretero no tienen el mismo origen ni persiguen el mismo fin, pero conviven en el mismo ecosistema: uno donde la norma es frágil, la vigilancia insuficiente y la infraestructura opera como territorio en disputa.

Por un lado, grupos sociales que ocupan casetas como último recurso para no quebrar; por el otro, automovilistas que evaden por simple conveniencia, sin causa política ni demanda social.

El saldo final es compartido: pérdidas económicas, riesgo para el personal operativo, debilitamiento del sistema de peaje y un mensaje implícito de que en México, a veces, la regla es que no hay reglas.

Huachicol carretero
También se documentan choques, atropellamientos y agresiones. | Foto: EFE

Lo que está claro —aunque nadie lo diga abiertamente— es que las carreteras del país se convirtieron en un termómetro de algo más profundo: un Estado que pierde pequeños territorios todos los días, a manos de grupos desesperados o de ciudadanos que simplemente dejaron de creer que valga la pena respetar la pluma.


ksh

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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