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Un bebé, tres menores y cuatro adultos pasan 18 horas de hambre al quedar atrapados en bloqueos de Guanajuato

La familia viajaba a Yurécuaro, Michoacán, para buscar oportunidades de trabajo, pero su viaje se prolongó sin comida ni descanso a causa de los bloqueos de la carretera federal 90.

Una familia mixteca originaria de Tlapa de Comonfort, Guerrero, quedó atrapada en los bloqueos carreteros de Guanajuato; con ellos viajaba un bebé de 10 meses. Permanecieron varados un total de 18 horas, mismas que pasaron sin comer.

Su viaje inició la madrugada del martes, pero fue detenido desde las 19:00 horas en la carretera federal 90 Irapuato–La Piedad, cerca del entronque de Pueblo Nuevo.

En ese punto, cuatro adultos, siete menores y un recién nacido, integrantes de la familia León, quedaron varados por 12 horas. Su viaje se reanudó un día después, a las 8:00 horas, luego de que se liberó por unos minutos ese tramo carretero.

Sin embargo, 20 kilómetros adelante nuevamente quedaron atrapados en un segundo bloqueo, en donde tuvieron que detenerse por completo durante otras seis horas.

Su cruce por Guanajuato tenía como destino Yurécuaro, Michoacán. La familia se dedica al campo y no esperaba toparse con estos bloqueos.

Sin comer ni descansar

En entrevista con MILENIO, Lupe León Reyes, de 42 años, aseguró que llevaban más de 18 horas sin comer; ella, al igual que sus cuatro hijos de 15, 12, ocho y cinco años, así como su hermano y su cuñada, quienes viajaban con sus hijos de cuatro, tres y dos años, además de un bebé de 10 meses. A la lista se suma el conductor, que no era familiar suyo.

El viaje lo realizaron en una camioneta Silverado de modelo reciente, que contrastaba con la situación humilde que vivía la familia. En la parte trasera improvisaron con una lona una carpa para protegerse del sol.

Bajo esa lona, y en la caja de la unidad, organizaron un espacio donde los niños descansaban amontonados entre cobijas y bolsas con ropa. La carpa servía para cubrirlos del sol y del viento que levantaba polvo sobre el asfalto. En la cabina viajaban el resto de los adultos y el bebé.

Viajaron sin provisiones de comida ni de agua, e incluso se mantenían alejados del resto de la gente afectada.

Bloqueos en Guanajuato dejan a familias varadas
Las personas improvisaron un espacio para resguardarse en la parte trasera de la camioneta. | Foto: Dany Béjar

Lengua mixteca y horas de desesperación

Con una sudadera negra en malas condiciones, con manchas de polvo acumuladas tras horas de viaje, y un pantalón de mezclilla oscuro que dejaba ver el desgaste del camino, Lupe, quien habla mixteco y solo algunas palabras en español, explicó lo suficiente para decir que llevaban horas sin comer, en una carretera de Guanajuato.

"No hemos comido, porque donde pasamos por primera vez ya llegamos ahí en la noche. Estuvimos ahí hasta que abrieron, nos venimos, llegamos allá como a las 12:00 o 1:00. 
"Estuvimos toda la noche y estuvimos esperando a que abriera, no tiene mucho que llegamos aquí", contó entre frustración y desesperación, mientras su hijo mayor le ayudaba a traducir al español.

Lupe comentó que durante el camino los adultos aprovechaban las paradas del chofer para bajar y estirar las piernas o descansar un momento sobre la orilla de la carretera.

"El chofer que nos está trayendo se para en las gasolineras; donde se para, ahí descansamos. Ahorita nos bajamos a descansar tantito porque está lejos de donde venimos, de Guerrero", aseguró.

Niños agotados y sin alimentos

En medio del calor y el ruido de los motores de las unidades afectadas por el bloqueo, los niños permanecían dentro de la camioneta: algunos dormidos, otros mirando el tráfico detenido sin comprender con exactitud lo que pasaba.

Mientras sus hijos de 15 y 12 años permanecían con ella la mayor parte del tiempo —el mayor para auxiliarla en lo que necesitara—, el de 12 años la jalaba del brazo y le decía: "Tengo hambre".

La mayor preocupación de Lupe era que los niños no habían comido desde el día anterior. Haciendo cuentas, habían pasado casi todo un día sin alimentos. Su cuñada, una joven de unos 17 años, se acercó a la plática y solo arrullaba a su bebé, sin mediar palabra.

Sin servicios ni condiciones mínimas

Al no haber baños ni servicios cerca, Lupe explicó que todas las mujeres que viajaban en la camioneta se adentraban entre los pastizales para tener un poco de privacidad.

"Nos metemos ahí en el campo para hacer del baño, como ahorita mis niños querían ir al baño y los llevé ahí, y está difícil", relató.

Aseguró que su familia se dedica al trabajo agrícola desde hace años, motivo principal por el que buscaban empleo en el estado de Michoacán.

"Vamos a trabajar a Yurécuaro, Michoacán; no sabemos si hay trabajo, pues vamos a ver. Como no hay donde estamos —Guerrero—, nosotros vamos a buscarlo", insistió. 
Bloqueos
Los niños pasaron todo un día sin comer. | Foto: Dany Béjar

Agregó las dificultades que enfrentan en la comunidad de Tlapa para poder comunicarse con el exterior.

"En Guerrero no hay nada; donde nos estamos quedando no hay señal ni nada para poder hablar o conseguir algo donde vamos a trabajar", dijo.

Una vida marcada por la pérdida y la necesidad

Aunque se resistía a responder algunas preguntas, confesó que su esposo murió hace tiempo y que desde entonces se hace cargo sola de sus hijos. En su pueblo, donde vive, renta un pequeño cuarto y solo regresa cuando termina la temporada de cosechas.

A pesar del cansancio y de los bloqueos, descartó regresar a Guerrero. Dijo que tienen que llegar a Michoacán, pues el dinero del pasaje se agotó y ahora dependen de que las carreteras vuelvan a abrir para continuar.

"Vamos a esperar hasta que nos den permiso de pasar, porque no podemos regresarnos, ya gastamos mucho para venir. Hasta que llegue y consiga trabajo allá, pues me van a pagar y voy a trabajar. Si no consigo hoy, mañana, a ver dónde consigo trabajar", dijo preocupada.

Esperanza en medio del cansancio

Sus manos y el color reseco de su piel son prueba de que su trabajo es en el campo y de que están expuestos constantemente al sol.

Mientras los tractocamiones continuaban detenidos sobre la carretera y los agricultores mantenían su protesta, Lupe y su familia esperaban avanzar y alcanzar el trabajo que los llevó a salir de Guerrero.

"Ya hubiéramos llegado a donde vamos, ya hubiéramos comido y conseguido donde nos vamos a quedar. Ahorita, como no hemos llegado, otra vez vamos a estar consiguiendo un lugarcito donde nos vamos a quedar con los niños, pero si siguen así y no abren el camino, quién sabe si vamos a llegar rápido", dijo desanimada.
Bloqueos
El conductor de la unidad manejó en sentido contrario para salir del bloqueo. | Foto: Dany Béjar

Casi 20 minutos después de la entrevista, la familia decidió abordar la camioneta. El conductor, que evitó mostrarse en todo momento, subió a la unidad. Una vez todos dentro, manejó en sentido contrario para salir del bloqueo.


ksh

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Christian Ortiz
  • Christian Ortiz
  • Reportero en Milenio desde 2023. Licenciado en Psicología y originario de León, Guanajuato. Mis temas de interés son: arte, sociales, activismo y política.
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