Espectáculos

Antonin Padilla, o cómo darle un giro a los corridos desde el amor

Entrevista

En entrevista con MILENIO, el músico sinaloense presenta el disco 'Love corridos', donde utilizó experiencias personales como inspiración.

El amor es tan vasto que, aunque en el arte ha dado pie a montones de pinturas, canciones, libros, poemas, bailes y obras, su definición sigue sin acotarse. Por eso da resultados tan variopintos a cada creativo que lo retoma como inspiración y motor.

Algunos resultan más afortunados que otros, como el caso del cantautor sinaloense Antonin Padilla, quien basa su nuevo disco, Love corridos -  cuyo nombre evidencia su vena sonora -, en ese sentimiento tan ambiguo y primigenio. 

"Desde hace dos años y medio se estaba gestando el álbum, durante una etapa donde decidí abrirme al amor y ya sabes, pasan cosas buenas y malas", rememora el músico de 27 años, esbozando una sonrisa, en entrevista por videollamada con MILENIO.
Está presentando su nuevo disco | Foto: Instagram @Antoninpadilla - @akstudio_mx
Está presentando su nuevo disco | Foto: Instagram @Antoninpadilla - @akstudio_mx

Corridos de amor

Ante la temáticas violentas predominantes en los corridos, que en los últimos años han provocado censura y penalizaciones en diversos estados del país, Antonin, joven pero con amplia experiencia en el mundo del regional — formó parte de agrupaciones como Los Tres Caballeros y Marca Registrada —, buscó una "propuesta diferente" para su camino solista, y pronto la encontró: "¿Por qué no abordar el amor?".

Consciente de que "es difícil hablar de algo que no te está sucediendo realmente", acudió a sus experiencias románticas para hacerlas canciones y así llegar a la gente: "Cuesta un poco porque no sabes cómo lo van a interpretar otras personas, pero es parte de un artista aprender a soltar; el trabajo de uno es transmitir una emoción".

Conformado por 14 canciones, Love corridos fue auspiciado por el sello Manzana Records y desde el 13 de noviembre está disponible en plataformas digitales como Spotify y Apple Music.

El álbum, que sucede a Lado B (lanzado en marzo de este año), representa la materialización de una meta para su autor. "Se nota la evolución en cuanto a la composición, siempre buscando sonoridades y melodías diferentes — dice Antonin —. Siempre he sido clavado con el tema de la armonía y letras más profundas. Van a encontrar algo variado: grabamos con banda, con norteño, guitarras, hasta con beats. Es una gran propuesta".

Otras reliquias dentro del material son sus colaboraciones: con Ramses Rico (Solo dime que sí), Los mismos de la M (Beliksad), Jaime y Fernando (El hombre que te espera), JPL (Jean Paul & Simone), Charly Chivas (Ren) y Los Nuevos Ilegales (Ángel de día). 

"Cantar con ellos, que se sumaran a estas canciones, fue un orgullo y un honor".

Así, Antonin Padilla coronó un 2025 que ha resultado el mas fructífero en su camino solista: "Hubo muchos retos, mucha música y muchos proyectos". 

— ¿Qué cosas nuevas aprendiste durante la creación de Love corridos?

— Uno nunca termina de aprender. Cada vez escucho más mejorías, cierta madurez en cosas diversas. Quizá ya no buscar tanto el virtuosismo, pero consolidando y haciendo las ideas más claras y entendibles para que la gente lo consuma de una manera más fácil. Entre tanta oferta de música es importante simplificar.

Entre redes sociales y sueños musicales

— Profundizar en lo que mencionabas antes, eso de darle un nuevo giro a los corridos...

Siempre está el prejuicio, sobre todo para la región donde vengo, Culiacán; cuando se piensa en ella, se piensa en el crimen, las olas de violencia que se viven. Pero estamos dando un giro a narrativas que pueda llegar a tener el regional mexicano para que la gente deje de tener ese prejuicio. Le podemos cantar a otras cosas.

— Cuando explotó la nueva vertiente de corridos, muchos pensaron que iban a ser una moda temporal... pero años después aquí siguen. ¿Cómo explicas su impacto y vigencia?

— Desconozco a ciencia cierta qué es lo que haya causado que los corridos tengan tanta exposición, pero noto que la música comercial en ese entonces tendía a no tener instrumentos reales, todo era muy electrónico, ya tenía años predominando el reguetón en los charts. Quizá la gente quería algo más real, y el regional, siendo más primario, con muchas raíces, dio ese giro. Ahorita ya es normal ver una colaboración de un artista de regional con reguetón, se me hace algo asombroso.

— Te desenvuelves muy bien en redes.

— Son una gran herramienta de comunicación, pero no son algo indispensable; me han tocado ver proyectos de personas cercanas que prescinden de las redes y la gente los acepta muy bien. Son una herramienta que te puede catapultar, pero no es algo indispensable tal cual.

— ¿Te abruma que en lo digital todo es cuantitativo? Que cuántos likes tienes, reproducciones, seguidores.

Es un gran reto recordarse que el valor de uno no está medido en un número.  Mucha gente se va por eso, lo superficial, pero me ha tocado ver que no siempre es lo que parece ser, por ejemplo gente con muchos números no genera una comunidad o tiene impacto más allá, y al contrario, gente con pocos números tiene un alcance bien cimentado, conecta con la gente. No se dejen guiar por los números, es más complejo que eso.

— ¿Qué definición o lugar le das a la música en tu vida?

Es una forma de canalizar las experiencias que he vivido, una forma de expresión. A lo mejor por el tema de la falta de atención desde el núcleo familiar siempre he buscado que la gente me valide, me ponga atención. También es una responsabilidad ante quienes están pendientes de tus mensajes, y no solo musicales, sino lo que transmites en redes: cómo te vistes, a qué lugares vas, qué dices. Pero trato de manejar eso de la manera más sensata posible.

— ¿Recuerdas esa primera experiencia musical que te marcó? Esa ocasión que, siendo niño o adolescente, definió tu camino.

— He de haber tenido unos 4 o 5 años. Me cuentan que en una fiesta de mi abuelo estaban unos 'chirrines' tocando. En cuanto los escuché, le dije a mi mamá que quería ir por mi guitarra y sombrero para tocar con ellos. Traía ahí la película que era un músico desde chico. Esa fue la primera experiencia cercana con el tema de la música. Hasta la adolescencia retomé ese gusto ya más serio, miré un poco de luz en el camino de la música y comencé a explorarlo de manera profesional.

Antonin Padilla finaliza la entrevista con MILENIO confesando que él y su equipo están trabajando para empezar el 2026 presentando Love corridos en ciudades de todo el país. "Me gustaría poder cantarles a todos, verlos cara a cara.Es algo que anhelo bastante".

A la par, sigue caminando, con calma y certeza, en pos de un par de sueños que, de tan solo contarlos, dotan de un brillo su mirada: poder colaborar con Jorge Drexler o Natalia Lafourcade. "Quiero hacer fusiones, que ya he hecho un par, pero queda bastante camino por recorrer", reconoce.



hc

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Yair Hernández
  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.
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