La película de Las Guerreras K-Pop ha logrado récords sin precedentes: se convirtió en la más exitosa de Netflix, colocó cuatro de sus canciones en el Top 10 de Billboard Hot 100 y Golden ganó el doble platino con más de 100 millones de reproducciones semanales en todo el mundo. Pero detrás de la imagen de Rumi, la guerrera de trenza morada, hay una historia que retrata una realidad dentro de la industria del pop surcoreano: el fracaso de una niña que soñaba con ser una estrella.
La voz de Kim Eunjae, mejor conocida como Ejae, de 33 años, dio la vuelta al mundo con los versos we’re going up, up, up. It’s our moment y Gonna be, gonna be golden. En redes sociales se ven a niñas, niños, jóvenes y adultos cantando y bailando Golden; mientras las estaciones de radio la reproducen varias veces al día.
Pero si la cantante pudiera retroceder trece años atrás y contara a la Ejae de ese entonces el éxito que hoy en día vive junto a Audrey Nuna y Rei Ami— las voces de Mira y Zoey, respectivamente—, ella jamás se lo creería. Más aún porque en aquel momento tenía un fuerte resentimiento a los idols y la industria del k-pop.
“Me la pasaba acostada en mi cama. Durante todo un mes sólo dormía y lloraba. Y cuando me volvía a levantar, me preguntaba: ¿Qué harás ahora?”, relató en una entrevista con You Quiz on The Block.
@aleygreisblog Jajaja la amo y estaré siempre en todas sus aventuras ????????????????????????????????
♬ Golden - HUNTR/X & EJAE & AUDREY NUNA & REI AMI & KPop Demon Hunters Cast
Ejae: su paso frustrado por el k-pop
Ejae fue de esas niñas y niños de Corea del Sur que sueñan con convertirse en grandes estrellas del k-pop. Y como en dicha industria el tiempo es oro, su camino como trainee de SM Entertainment empezó a sus once años.
Se les conoce como trainees a aquellas y aquellos aprendices de una agencia de entretenimiento que se someten a un entrenamiento intensivo para debutar como solistas o con un grupo. Pero esta preparación no sólo implica tomar varias horas de lecciones de canto y baile, también de ejercicio físico, actuación, instrumentos, idiomas y producción musical; todo esto mientras se someten a evaluaciones mensuales y, a veces, a un estricto control de peso y figura.
El problema es que no hay un tiempo estimado para que un trainee pueda debutar. Algunos entrenaron por 10 años o más, como Jihyo de Twice (10 años y 4 meses) o G-Dragon de Big Bang (11 años). Sin embargo, también están quienes, pese al esfuerzo y el tiempo, jamás logran su sueño; Ejae fue uno de esos casos.
La cantante y compositora entrenó durante doce años. Tras abandonar su vida en Estados Unidos, en el 2003 viajó a Corea del Sur e ingresó como trainee de una de las empresas más reconocidas de la industria y creadora de grupos insignia de la segunda y tercera generación del k-pop, SM Entertainment.
En aquel tiempo, Ejae tenía sólo once años. Su rutina comenzaba a las siete de la mañana y finalizaba hasta las once de la noche: “Era la primera en llegar y la última en irme”. El esfuerzo era tanto, y el descanso tan poco, que a sus 13 años llegó a desmayarse luego de entrenar seis horas seguidas.
“Me sorprende que haya trabajado tanto a una edad tan corta”, compartió en el programa de TvN. “Fui persistente”.
Pero su esfuerzo no fue suficiente. En 2015 la agencia terminó su contrato de trainee y, con ello, su anhelo de convertirse en una gran artista. Según contó Ejae, hubo dos principales razones detrás de ello.
La primera era la edad: en aquel entonces tenía 23 años, lo cual se considera “demasiado grande” para un artista nuevo del k-pop. Y la segunda, su tono de voz “oscuro y profundo” no seguía el estilo “limpio” y “puro” que tanto caracterizaba a los artistas de esa época.
“SM y yo teníamos diferentes conceptos. (...) Así que intenté cambiar a esa voz más limpia, pero en ese entonces no era tan buena cantando”.
El término de su contrato le afectó emocionalmente: “Cuando terminó, tomé un taxi a casa y lloré. Pensaba: ‘Trabajé tan duro, ¿y esto es todo?’. El dolor era inmenso. Sentí lo dura que era la vida”.
Así, su rutina había pasado de entrenar sin descanso a dormir todo el día, llorar y recordar con tristeza las palabras que Yuri, integrante del grupo Girl’s Generation, le compartió en el salón de prácticas: “Te ves como alguien capaz de ser alguien importante. Estás trabajando muy duro. Para mí, es seguro que triunfarás”.
“Pensé: ‘Ese momento nunca llegará para mí’, y sentí mucha pena. Por mucho tiempo, soñé con convertirme en cantante y me odiaba por no haberlo logrado. Me di cuenta de que: ‘No importa cuánto lo intente, no funcionará’. Esa decepción fue la más difícil”.
¿Cómo llegó a “Las Guerreras K-pop”?
Aunque no pudo convertirse en cantante de k-pop, Ejae no quería dejar el mundo de la música. Así que volteó su mirada hacia la composición.
Pasó horas en cafés internet aprendiendo de videos de YouTube. Poco a poco fue creando y compartiendo sus primeros OST’s (acrónimo en inglés para “Banda Sonora Original”) y demos musicales. Así continuó hasta que una nueva oportunidad llegó con Hello, la primera canción que escribió para una artista.
La creación de dicha pieza, interpretada por Hani (del grupo Exid), le volvió a abrir las puertas de SM Entertainment, a la cual re-ingresó en 2017 en un campamento para compositores y productores de la empresa. A partir de entonces, Ejae pudo compartir sus mensajes y su esencia en canciones que se han convertido en éxitos dentro de la industria, como Psycho de Red Velvet o Armageddon y Drama de Aespa.
Gracias a su experiencia, en 2017 el compositor Daniel Rojas la invitó a formar parte del equipo creativo de “Las Guerreras K-pop”. Y al ser ella quien grabó los demos iniciales, los directores la invitaron a ser la voz cantada del personaje principal: Rumi.
“Como un ex trainee de k-pop, me identifico con su perfeccionismo, su lucha por esconder sus defectos y su afán por perseguir su sueño”, compartió en una entrevista con Straits Times.
De hecho, agregó en You Quiz on the Block, se reflejó tanto en el personaje que no podía evitar llorar en el puente de la canción. O sea, cuando Rumi revelaba las marcas que la identificaban como una guerrera con parte de demonio.
“Por mucho tiempo, quería soltar ese lado mío del que estoy avergonzada: enfrentarlo y vivir como la mujer que quiero ser. Tener esa sensación de alegría”.
ASG