Mephisto, uno de los luchadores más reconocidos del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), es considerado un baluarte dentro de la familia Lutteroth. Con 37 años de trayectoria sobre los encordados, ha forjado una carrera ejemplar en la lucha libre mexicana.
Forma parte de una destacada dinastía luchística gracias a su padre, Kahoz, un nombre que muchos aficionados recuerdan con admiración. Sin embargo, antes de dedicarse al ring, tuvo un breve paso en el futbol como delantero en las fuerzas básicas del Club Deportivo Toluca durante la década de los ochenta. Así lo compartió en entrevista con MILENIO-La Afición.
"Estuve en las fuerzas básicas del Toluca. Nuestro entrenador era el Vicky Estrada, junto con Julio el Fanta Valadez, quienes habían sido figuras del club. Yo jugaba en un equipo con el Pelón Velázquez, que también fue seleccionado nacional. Al verme jugar, me preguntó si quería probar suerte en el Toluca. Estaba entrando a la prepa cuando fui a hacer las pruebas”, relató.

Una experiencia inolvidable
Una de las anécdotas más memorables de su etapa como futbolista ocurrió durante la Copa Mundial de 1986, cuando el equipo en el que jugaba fue invitado a servir como sparring de la Selección de Brasil, que se encontraba concentrada en Toluca.
"Una de las grandes experiencias que me tocó vivir fue ser sparring de Brasil en el Mundial del 86. Cuando llegamos a entrenar, ellos ya estaban en la cancha. Nuestro entrenador, Vicky Estrada, dijo: 'Déjenme ver si nos dejan verlos entrenar', y al regresar nos dijo: 'Cámbiense rápido, vamos a jugar contra ellos'. Fue una experiencia única e inolvidable", recordó.
Uno de los jugadores que más lo impresionó fue Sócrates, ícono del futbol mundial. "El que más me impactó fue Sócrates. Comenzaron a practicar tiros libres, no para hacer gol, sino para pegarle al travesaño. De veinte tiros que hizo, solo falló uno. La técnica que tenía ese señor era impresionante. También estaban Walter Casagrande y el portero Emerson Leao. Hay veces que me preguntan: '¿Tienes fotos?' Pero en ese tiempo no era como ahora", agregó.

Sus inicios en la lucha
Mephisto heredó el amor por la lucha libre gracias a su padre Kahoz, así como por sus tíos y primos, quienes veían la profesión con profundo respeto.
"Una de las primeras enseñanzas de mi familia fue el respeto por la lucha libre. Mi padre, mis tíos y primos la amaban y la respetaban. Algunos siguen vigentes, otros ya se retiraron, pero ese respeto siempre estuvo presente", comentó.
La lesión antes del debut
El luchador compartió una anécdota sobre su debut con el personaje de Mephisto, el cual se vio retrasado por una lesión en el hombro durante un entrenamiento con Daniel López, El Satánico.
"Cuando iba a debutar como Mephisto, fui a entrenar a la Coliseo con El Satánico, pero se me zafó el hombro. Me llevaron al hospital, y hasta le lloré al doctor porque era la oportunidad que siempre había querido. Le pedí que me dejara luchar, pero me dijo que no era una lesión menor. Llevé la rehabilitación durante mes y medio, dormía y me bañaba con el brazo inmovilizado. Eso me ayudó mucho, evité la cirugía y a los dos meses ya estaba de regreso".

A lo largo de su carrera, enfrentó diversos retos, entre ellos las comparaciones constantes con su padre, el prejuicio por pertenecer a una dinastía y el celo profesional.
"Las dificultades fueron las clásicas, las comparaciones con mi padre, con mi familia, y con los compañeros la envidia, porque muchas veces el que tengas oportunidades, piensan que estás ahí por influencia familiar, sin considerar que también tienes que partirte la cara en cada combate y demostrar por qué estás donde estás", concluyó.
RGS