Han sido cuatro décadas de recorrer lona, de rebotar en las cuerdas, de llaves y contra llaves, de desafiar a la gravedad, de triunfos, algunos fracasos y hasta lesiones, pero, sobre todo, de disfrutar el gusto de la afición. Es Boomerang, luchador mexicano con 40 años de trayectoria, que ha decidido que es momento del retiro, y no porque su gusto por la lucha libre se haya terminado, sino porque su cuerpo así se exige.
Con más de 60 años de edad, Boomerang tuvo una última lucha en la ciudad de Toluca el domingo 30 de noviembre, una ciudad a la que llegó para cumplir un sueño y en la que se quedó a vivir para hacer realidad ese anhelo de ser luchador profesional.
Nacido en Zitácuaro Michoacán, llegó a la capital mexiquense en 1983, donde aun bajo el nombre de Hijo del Sol, se aventuró a hacer una carrera de un deporte que los atrapó desde niño, gracias a las películas del Santos y Blue Demon, pero también porque a lado de su casa había una arena a la que a veces entraba por invitación de vecinos.
En su natal Zitácuaro decidió ser luchador, ingresó al gimnasio del profesor José Rivero “Yamba”, quien le enseñó las bases del deporte. Pero fue hasta su llegada a Toluca, con profesores como Marte, El Asiático y Resplandor, que pulió su técnica y se hizo de un estilo, ágil, volador, de cuerdas, pero sobre todo, con mucho carisma con el público.
“Entrené por ahí de dos años o año y ocho meses, hasta que por fin debuté en el Arena Toluca en enero de 1985. Debuté con ese nombre de Guerrero del Sol, posteriormente, ya tuve fogueo, casi eran puras luchas mano a mano, y ya como en 1987 empezó a cambiar mi suerte, me empezaron a programar más arriba, con los luchadores estrellas, las bases de aquí de Toluca”, recordó.
En 1988 y guiado por Súper Bengala, salió de Toluca para pelear en norte del país, ahí se dio cuenta de que su nombre era muy largo y no podía ser coreado por la afición que vitoreaba sus actuaciones, entonces vino la transformación de Hijo del Sol a Boomerang.
“El profesor Súper Bengala ya tenía el diseño de Boomerang y el nombre, me dijo ‘va con tu estilo que es que es vistoso, que es alegre, volador, yo creo va contigo’, y total que 1988 debutó Boomerang, de ahí a la fecha sigo siendo Boomerang”.
Ya con el nuevo nombre brilló en Toluca y recorrió todo el país, nunca quiso firmar con una empresa en particular, aunque invitaciones no le faltaron, pues aunque siempre tomó la lucha libre muy en serio, no quiso descuidar su trabajo y profesión.
“Boomerang siempre fue independiente porque quería ser luchador, pero también siempre quise tener una estabilidad tanto económica, como emocional, entonces, yo cuando vi de que trataba la lucha, que era dejar todo, intenté llevar por 40 años las dos partes, tanto una situación laboral como deportiva, como un profesional, porque a veces me dicen ‘era tu hobby’ no, nunca, porque tuve muchas lesiones de ligamentos cruzados, del cúbito radio, tobillos, o sea tuve varias lesiones que son por hobby.
"Yo cobraba por eso, entonces es un tema profesional que se manifiesta en muchos sentidos, tanto en físico como hasta en tu equipo de lucha. Siempre, gracias a Dios tuve unas buenas presentaciones porque el público se lo merece”.
“Me faltaron reflectores”
Estar decisión de ser independiente no le permitió ser tan reconocido masivamente, pero sí en el ambiente de la lucha libre, donde luchó ante oponentes como Felino, Negro Casas, Alebrije, Volador, Virus, y recientemente, hizo pareja con el Hijo del Santo en los Estados Unidos dentro de la gira del adiós del enmascarado de plata.
Además, la máscara de Boomerang fue muy codiciada, nueve veces la expuso, hoy se retira con ella. Le ganó duelos de apuesta a Chico Malo, Cariñoso, Resplandor, Halcón Azul, además le quitó la tapa a Escorpión Rojo, Black Norris y Ángel Latino.
“Sí lo logré, no al nivel que uno hubiera querido, pero valió la pena, o sea yo no me considero que sea un luchador del montón, a decir de mucha gente. Lo digo con humildad, pero sí, con seguridad porque esa es la verdad, a veces la gente piensa que es sinónimo de de calidad ser famoso y no es así, hay veces que muchos luchadores tienen mucha calidad, mucha más que muchos que tú ves en la Arena México, tanto en conocimientos como en capacidad, hasta en carisma y sin embargo, siempre nos hemos rifado en arenas independientes. No es que sea uno conformista, pero no se puede todo en la vida, gracias a Dios tengo estabilidad en la vida y no me arrepiento”.
Los últimos combates
Tras su última función en Toluca en el gimnasio “Halcón Galáctico”, Boomerang todavía tiene tres funciones más ya programadas antes de colgar la máscara, una en Ixtapan del oro y dos más en Lerma, Estado de México, ambas en el Estado de México y antes del 20 de diciembre.
“Mi mente me dice que sí, pero mi cuerpo me dice que ya no. Acabo de cumplir 60 años en agosto, primero mi mente ya me decía ya cálmate, entonces estuve planeándolo desde hace dos años, porque me quiero ir en plenitud física, quiero dejar una imagen buena con la gente y que tengan los mejores recuerdos de Boomerang. Además no quiero que el tiempo te esté cobrando la factura y tú estés necio en el ring dando lástimas".
Ya en la parte final de su carrera deportiva, Boomerang sabe que extrañará mucho el ambiente de la lucha libre, pero ahora solo piensa en dedicarse a sus nietos y disfrutar de su familia, por cierto, nadie más tendrá el legado del nombre, pues fue su decisión que sus hijos no se dedicaran a la lucha libre.
“Me voy de la lucha libre y ya a vivir tranquilo, ver a los nietos, a tomar tu chocolate con churros. Pero voy a extrañar la gente los aplausos compañeros, compañeros estimados muy estimados, principalmente el ambiente de las arenas, el olor a aceite, el olor a loción, el olor a iodex, a alcohol con marihuana para lesiones, todos esos olores se combinan en un vestidor.
"Principalmente yo creo que voy a extrañar el aplauso del público, los gritos, ya sea para bien o para mal”.
Guardián de reliquias
Aunque ganó muchas luchas, campeonatos en el país y en el extranjero, Boomerang atesora particularmente un par de cinturones, uno de peso Welter individual y uno más de parejas, ambos ganados en la extinta Arena Toluca, y los tiene porque cuando se cerró este recinto en 2002, él fue el último campeón reinante, nadie le pidió los cetros y nunca más fueron expuestos.
“Tuve la fortuna que en ese tiempo, junto con Estrella 2000, gané el campeonato de parejas, lo tuve como cuatro veces, primero fue con Resplandor como unas tres veces, lo perdíamos y lo recuperábamos, pero tenía su valor en ese tiempo, muchas parejas querían el campeonato.
"Pero, después resplandor se fue a Monterrey y me junté Estrella 200, obtuvimos el campeonato como unas dos veces y al final, cuando cerró Arena Toluca, ya nos lo quedamos, ya nadie ni nos los pidió, ni nos los ganaron, ni nada, entonces pues ya es una reliquia que ya no pienso soltar, eso ya es para el recuerdo de Boomerang en casa”.
Encarnó a Nacho Libre
Otra anécdota que recuerda fue la que vivió tras la proyección de la película Nacho Libre, ahí el gladiador Silver King participó y obtuvo una licencia para utilizar el personaje que interpretó en la cinta para hacer una gira por los Estados Unidos y México.
Ahí, Silver eligió a Boomerang para que interpretara a Nacho, personaje que en el cine le dio vida el actor Jack Black.
“Fue en 2007, cuando la película de Nacho Libre, tuve la fortuna de que Silver King, que era el que había participado en la película como Ramsés, me vio, se acercó y me ofreció el personaje, empecé a trabajar con él en Estados Unidos y aquí en México, es una gran satisfacción que un figurón de la lucha libre, hijo del Doctor Wagner, se fijen en ti.
HCM